Las fortunas en paraísos fiscales aumentan un 70% durante la crisis económica
Las fortunas en paraísos fiscales han aumentado en un 70% durante la crisis económica mundial, según los datos de la Red de Justicia Fiscal. En 2007, se calculaba que los paraísos fiscales acumulaban unos 10 billones de euros, pero el último informe publicado por esa red global confirma que son entre 17 y 26 billones los que están ocultos. Hace referencia también a que los grandes bancos de inversión son los que están realizando de intermediarios en esa evasión.
Juanjo BASTERRA | BILBO
La Red de Justicia Fiscal (en inglés Tax Justice Network) revela en su último informe que los paraísos fiscales acumulan ya entre 17 y 26 billones de euros, que han evitado pagar impuestos a las arcas públicas por un valor «no inferior» a los 230.000 millones de euros. En 2007, la misma red explicó que entre los paraísos fiscales y los centros offshore se escondían alrededor de 10 billones de euros. Con el dato hecho público del último informe, se demuestra que en plena crisis económica mundial esos lugares ocultos a las haciendas públicas han incrementado, como mínimo, un 70% el valor de sus fortunas.
Esta evolución demuestra la falsedad con que se movió el G-20 al inicio de la crisis, que llamó a actuar contra los paraísos fiscales. «Aquellas promesas no han tardado en desvanecerse y, en vez de disminuir las fortunas ocultas a las haciendas públicas, han seguido un camino ascendente», denuncia esa red.
El último informe de la Red de Justicia Fiscal estuvo dirigido por el antiguo economista principal de la consultora McKinsey y experto en paraísos fiscales, James Henry. Este afirma en el trabajo que ese dinero oculto está en países y zonas «enormemente proteccionistas», como Suiza o las islas Caimán. En esta ocasión, el trabajo incorporado un dato esencial: los bancos privados de inversión actúan de intermediarios entre esa élite económica poderosa y los paraísos fiscales y centros offshore.
Élite protegida
Calcula que los 50 bancos de inversión más grandes cuentan con un capital de sus clientes que ronda los 10 billones de euros en 2010, el triple que en 2005, y manifiesta que la mayor parte de esa cantidad está fuera del alcance del control público. Los diez bancos que cita en el informe la Red de Justicia Fiscal son: UBS, Crédit Suisse, HSBC, Deutsche Bank, BNP Paribas, JP Morgan Chase, Morgan Stanley/SSB, Wells Fargo, Goldman Sachs y Pictet (un banco privado suizo).
Henry admite que la riqueza de esta élite económica «está protegida por un grupo de profesionales, muy bien pagado y disciplinado, que se aprovechan de una economía global cada vez más transfronteriza y con menos fricciones».
Hay otro dato destacado. Porque los cálculos del estudio publicado en 2012 confirman que las 92.000 personas más ricas del mundo -un 0,001% de la población mundial- acumulan ocho billones de euros lo que, según John Christensen, miembro de esta red global, pone de manifiesto que «la desigualdad es mucho, mucho peor de lo que enseñan cada vez más las estadísticas oficiales».
Este informe pone en cuestión, por otro lado, las medidas intermedias que desde la Unión Europea se pretenden desarrollar para obtener más ingresos en las arcas públicas. El impuesto de transacciones financieras se aplicaría a una tasa del 0,1% de la compraventa de acciones de compañías y de un 0,01% de los títulos derivados. Con esos porcentajes se alcanzarían los 57.000 millones anuales en la Unión Europea. El Parlamento Europeo dio de plazo a los gobiernos hasta el 31 de diciembre de 2013 para implantar este impuesto, aunque todavía los Gobiernos europeos no han dado el visto bueno a esa propuesta, que recogería una mínima parte de unos fondos que se ocultan porque «muchas de las operaciones financieras más potentes que se realizan en el mundo se cierran y firman en paraísos fiscales», dijo James Henry.
Especulación
Henry aporta varias explicaciones de esa «fuga de capitales» de las arcas públicas. La más importante es la que se basa en la «especulación». A su juicio y por su experiencia, quienes invierten en esos lugares lo hacen porque así «esperan lograr mayores rentabilidades de esas inversiones extranjeras que sus inversiones internas». Henry indica en el amplio trabajo que «los economistas y los banqueros de primer mundo están especialmente preparados para evitar el control de la Hacienda pública».
A la vez determina que en estos momentos las empresas transnacionales están diversificando su producción a lo largo del mundo lo que «les permite especular» y, a la vez, «obtener ayudas públicas por sus inversiones, que después son inadvertidas en las cuentas o en las declaraciones que deben realizar de sus fuentes de ingreso».
«Los estados ricos en petróleo -cuya élite suele caracterizarse por su gran movilidad- son especialmente propensos a depositar su riqueza en estas cuentas, en lugar de invertir en su propio país», dijo Henry, que mencionó a Rusia, Arabia Saudí y Nigeria, entre otros.
En 2007, la Red de Justicia Fiscal calculó que los paraísos fiscales ocultaban 10 billones de euros, pero el último informe publicado recientemente confirma que son entre 17 y 26 billones los que no están controlados por las haciendas públicas. Supone que el último año se dejaron de recaudar 230.000 millones por las arcas públicas.