La decimonovena Conferencia Internacional sobre Sida arrancó el domingo en Washington con 25.000 participantes de 190 países que buscan una nueva movilización mundial para erradicar la pandemia que en las últimas tres décadas ha provocado 30 millones de muertos.

Es la primera vez en 22 años que este gran coloquio sobre el sida se realiza en EEUU, que en 1990 prohibió el ingreso a seropositivos. Esta medida fue levantada en 2009 por el presidente, Barack Obama.

Especialistas mostraron su optimismo sobre las nuevas técnicas para combatir la enfermedad. «Por primera vez, pensamos que podemos declarar el comienzo del fin de la pandemia», declaró Diane Havlir, profesora de medicina de la Universidad de California de San Francisco y copresidenta de la Conferencia del Sida de 2012. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, resaltó que «es posible actuar sobre la infección y cambiar la trayectoria de la pandemia incluso cuando aún no se puede curar». El virólogo basa sus esperanzas en los recientes ensayos clínicos que revelan que los antirretrovirales permiten también reducir el riesgo de infección en personas sanas y no solo en aquellas que están infectadas.

Coincidiendo con esta cita, miles de personas marcharon a la sombra del obelisco para pedir que no se reduzcan los recursos y esfuerzos.