«Poder estar en unos Juegos Olímpicos es algo que he perseguido toda la vida. Por eso mismo, sé que es una competición que genera mucha inquietud, pero trataré de que no me afecte cuando me toque subir al tatami». Lo dice Oiana Blanco, una de las primeras participantes vascas en Londres 2012. Hasta tal punto tocará madrugar a la judoka de Orio que no asistirá a la ceremonia inaugural del viernes, ya que el sábado se jugará su preparación olímpica en la categoría de menos de 48 kilos.

«No iré a la inauguración porque compito justo al día siguiente. Hay que estar muchas horas de pie y resulta muy cansado. Poner en riesgo el trabajo de cuatro años sería un error», afirmaba resignada, pero convencida, la judoka oriotarra.

Y es que tras su medalla de oro en la Copa del Mundo en Varsovia, el pasado febrero, la guipuzcoana ha aumentado exponencialmente sus opciones de subir al cajón. De hecho, Blanco está segura de que llega en «el momento perfecto y me veo con posibilidades». Según la judoka del Judo Club Usurbil, «he competido contra todas las rivales que están arriba en el ranking, y cada combate va a ser durísimo. Los combates se deciden por cada mínimo detalle. Hay un abanico amplio de judokas que lucharemos por las medallas y las decisiones arbitrales pueden decantar los combates hacia un lado o hacia el otro».

Blanco ocupa el undécimo puesto en el ranking mundial en la actualidad, y ante todo se ufana de poder preparar «con mimo» la cita olímpica. «Llevamos preparando exclusivamente los Juegos desde marzo. En medio tuvimos los Campeonatos de Europa, pero preferimos darle prioridad a Londres 2012».

Cuidado con las japonesas

Siendo el judo un deporte que nació en Japón, podría parecer una perogrullada que sean precisamente las judokas niponas las principales rivales de Oiana Blanco. No obstante, más allá del tópico, la oriotarra no se cansa en señalar que «hoy por hoy arrasan en todos los pesos, sobre todo en categoría femenina. Además -añade-, suele ser bastante más difícil de coincidir con ellas en competición, y la verdad es que antes de unos Juegos Olímpicos siempre viene bien aprender de las mejores».

Es por eso que, antes de acudir a la cita de Londres, Blanco y sus compañeros se desplazaron al país del sol naciente, entrenando y acostumbrándose a un tipo de judo que la de Orio define como «más técnico».

«Primero estuvimos en una universidad de primer nivel y más tarde en un club donde hay tres medallistas olímpicas. Lo hemos aprovechado muy bien. Allí trabajan bastante la técnica; no como en Europa, que es un judo más de fuerza». En cuanto a sus propias características, Blanco revela que «mi judo se basa en la rapidez, en ser muy dinámica. Necesito estar muy activa e intento imponer mi táctica y mi tipo de combate».

La judoka guipuzcoana es toda una estudiosa de su deporte, por lo que no sorprende cuando afirma que «estudio mucho a los rivales y preparo muchas estrategias». Por otro lado, intenta olvidarse de su debut en la cita olímpica. «Todo el mundo dice que es algo para vivirlo. Por el momento estoy bastante tranquila, pero a veces sí que noto un poco ese cosquilleo». Será ella quien abra el fuego, y con aspiraciones para todo.