Andy Coulson, antiguo jefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron, y Rebekah Brooks, que ostentó el cargo de directora ejecutiva del grupo News International, propiedad del magnate Rupert Murdoch, fueron ayer imputados junto a otras seis personas por su implicación en el escándalo de las escuchas ilegales realizadas por el tabloide «News of the World».

La Fiscalía consideró que los ocho conspiraron para interceptar comunicaciones privadas entre el 13 de octubre de 2001 y el 9 de agosto de 2006. La Policía Metropolitana de Londres inició una investigación el año pasado, después de que saliera a la luz que varios periodistas del rotativo habían pinchado los móviles de ministros, famosos, familiares de personas fallecidas e, incluso, de miembros de la familia real. La pena máxima por ello es de dos años de prisión y/o una multa.

Alison Levitt, principal asesora legal del director de los fiscales públicos, afirmó que había concluido que había pruebas suficientes para acusar a los ocho sospechosos de 19 delitos por el acceso ilegal a mensajes de voz.

A Brooks, en concreto le imputan dos cargos, uno de ellos por el caso de Milly Dowler, una niña que fue hallada muerta en 2002 y a cuyos mensajes de teléfono móvil accedió el dominical ilegalmente mientras estaba desaparecida, según Levitt.

Coulson, que dirigió el tabloide antes de ser el director de comunicación de Downing Street, también está acusado en relación con este hecho.

«News of the World» dejó de publicarse en julio del año pasado después de que se supiera que el teléfono de la menor había sido pinchado. Está previsto que los ocho imputados comparezcan ante la Corte de Westminster el próximo 16 de agosto.

En un comunicado tras conocer su imputación, Brooks defendió su inocencia. «No soy culpable de esos cargos. No he autorizado escuchas ilegales a teléfonos bajo mi dirección y ni siquiera he tenido constancia de que se cometieran», resaltó.

Tildó de «particularmente ofensivas» las acusaciones de la Fiscalía sobre el caso de Milly Dowler porque «no solo son inciertas sino también porque he dedicado mi carrera periodística a hacer campaña en favor de víctimas de delitos».

Coulson, que se enfrenta a cuatro cargos, alegó en declaraciones realizadas a los medios a las puertas de su casa que «cualquiera que haya trabajado conmigo sabrá que nunca dañaría y, lo más importante, que nunca entorpecí las investigaciones sobre la muerte de Dowler».