Gregorio Peces-Barba, ex presidente del Congreso de los Diputados de Madrid y uno de los «padres» de la Constitución española, falleció ayer en un hospital de Oviedo a los 74 años.

«Ha muerto Gregorio Peces Barba, padre de la Constitución, magnífico socialista y sobre todo, un gran maestro», subrayó el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su cuenta de una red social.

Peces-Barba fue trasladado hace días a la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) a causa de una insuficiencia renal agravada por una complicación cardiaca, mientras estaba de vacaciones en la localidad de Ribadesella.

Abogado, político y profesor, se unió al equipo de siete personalidades que elaboraron el anteproyecto de la Constitución española, en vigor desde 1978.

«Fue un gran amante del derecho y la Constitución le debe mucho, todo el capítulo de derechos y libertades», dijo el diputado del PSOE y ex vicepresidente del gobierno Alfonso Guerra, tras calificar a su compañero de «gran ser humano y una persona extraordinaria».

Peces-Barba presidió el Congreso de los Diputados durante el primer gobierno de Felipe González (1982-1986) y su actual presidente, Jesús Posada, del PP, ofreció esta institución para instalar su capilla ardiente.

«La muerte de Peces Barba es un gran golpe para todos. Creo que ha sido un ejemplo para todos los ciudadanos. Supo llevar esta Cámara de una manera maestra. Desde luego, esta es la casa de Peces-Barba», dijo Posada.

El político también fue un firme partidario de la Casa Real, amigo del Rey y consejero del Príncipe y no han sido inusuales declaraciones suyas en defensa de la institución monárquica. También fue un apasionado del fútbol y, en concreto, del Real Madrid, club del que quiso formar parte de su directiva presentándose en la candidatura de Lorenzo Sanz en 2000.