EL ESTADO ESPAÑOL, AL BORDE DEL COLAPSO
El IVA es una buena disculpa para castigar a la cultura de izquierdas
Pablo Cabeza
En líneas generales, a lo largo de los años buena parte de la cultura se ha enfrentado al poder y, en especial, si este era de derechas, esa derecha caciquil, reaccionaria, vengativa, y que aún perdura. El teatro, el cine... y la música son sectores marcados por páginas repletas de lucha contra el poder y su olor a éter. La derecha española no ha superado el franquismo, lo ha transmitido de padres a hijos, y con odio.
La derecha preferir a gente ignorante bajo sus pies que a personas con criterio, así que si no leen, no van la cine, al teatro o no compran música (con esas letras antisociales) y se desculturizan, mucho mejor. Eso sí, para los toros seiscientos millones de subvención al año y Esperanza Aguirre aumentando estas en la Comunidad de Madrid.
Hace unos días, más de cien agentes culturales (revistas, webs...) firmaban un comunicado en el que, entre otras cosas decían: «Discográficas, distribuidoras, promotores, salas, empresas de promoción y comunicación, técnicos y por encima de todo músicos son los damnificados del desprecio y hasta rencor que muestran nuestros gobernantes para con un sector que supone buena parte de ese 3% del PIB generado por la cultura y que se encuentra en proceso de descomposición».
De otra parte, Last Tour International, con sede en Basauri, advertía: «Nos parece que la subida es absolutamente desproporcionada y que afecta, además, a un sector, el musical, que previamente ya se encontraba en crisis. Esta medida dificultará que los festivales y conciertos continúen creciendo, porque es más que previsible que la afluencia de público decrezca y esto puede derivar en una menor cantidad de conciertos, discos o festivales y, por consiguiente, en posibles reajustes de plantillas en distintas empresas, pérdida de competitividad de nuestro país como destino de eventos musicales y, por consiguiente, pérdida de turismo y actividad económica para las ciudades donde se realizan eventos musicales. Esto hace que no nos expliquemos de qué manera puede estimular esta medida la economía y, en concreto, el sector en el que nosotros trabajamos».
La Asociación de Promotores Musicales emitía también recientemente un comunicado en similares términos, «cierre de empresas del sector y la pérdida de miles de puestos de trabajo».
A un país bananero, como España, le viene bien la ignorancia: pero también es difícil hallar políticos tan ignorantes y torpes como estos o como los que estaban, que poco o nada hicieron. La pena es que Euskal Herria tenga que depender aún de semejantes esperpentos y tragar.