El principal incendio del Alt Empordà está en fase de control, según Puig
Un foco junto al embalse de Boadella impidió dar por controlado el incendio de Girona, que ha arrasado casi 14.000 hectáreas y ha causado la muerte de cuatro personas. No obstante, el conseller de Interior, Felip Puig, afirmó por la tarde que el incendio había entrado en fase control, aunque no estará totalmente extinguido hasta el viernes. Poco después, la Conselleria informó de otro incendio en la sierra de las Gavarres, aunque fue «rápidamente controlado».
GARA | GIRONA
En una última comparecencia ayer por la tarde, el conseller de Interior catalán, Felip Puig, que estaba en el centro de mando instalado en Figueres, anunció que el incendió en Alt Empordà había entrado en fase de control, aunque advirtió que no estará totalmente extinguido hasta el viernes, por lo que los Bomberos de la Generalitat seguirán trabajando hasta finales de esta semana.
Estaba previsto que un millar de efectivos continuaran los trabajos de extinción durante toda la noche, centrados en la zona próxima a la localidad de Terrades, una de las más «sensible».
En todo caso, el ámbito de influencia del incendio fue declarado «perimetrado y estable».
El suministro energético fue totalmente restablecido en la zona, aunque algunos usuarios seguían recibiendo la corriente gracias a grupos electrógenos que se irán retirando a medida que sea posible.
Las únicas carreteras que permanecían cortadas al tráfico eran las que conectan Terrades con Boadella y la que va de este último municipio a Darnius, reservadas a los efectivos que luchan contra las llamas.
«Ahora toca realizar la valoración de los daños y ayudar a la gente», remarcó Puig, quien ha detalló que, tras la acción preventiva y la reactiva que estaba a punto de finalizar en ese punto, toca la de reparación.
Sin embargo, horas después de efectuar estas declaraciones, la Conselleria de Interior informó de un nuevo incendio en la sierra de las Gavarres, en los municipios de Cruïlles, Monells y Sant Sadurní de l'Heure, en el Baix Empordà, por lo que parte de los medios que junto entonces se estaban empleando en el Alt Empordà tuvieron que ser desplazados a esta zona.
Aunque en un principió se temió lo peor por tratarse de una zona especialmente peligrosa por la vegetación que acumula, los bomberos lograron controlar con rapidez este nuevo foco.
«Por suerte, esto ha quedado en un susto», valoró Puig, que agradeció a los bomberos franceses que hubieran ofrecido los dos hidroaviones trasladados al Alt Empordà para hacer frente también a este fuego «si era necesario».
Tanto el incendio de La Jonquera como el de Portbou fueron al parecer provocados por sendas colillas lanzadas desde vehículos, combinando así una «actitud irresponsable» y la fragilidad del bosque tras un invierno muy seco.
Hasta análisis de ADN
Puig aseguró que hará «todo lo posible», incluso análisis de ADN, pese a la dificultad que entraña, para identificar a los responsables de los incendios en el Empordà, y recordó que dos meses después de los hechos se pudo detener al presunto autor del fuego forestal de Rasquera (Tarranoga), que calcinó 3.000 hectáreas. Aunque reconoció que «sería mucha coincidencia» que tuvieran los datos genéticos de la persona que tiró la colilla.
Subrayó que la Generalitat, la Diputación de Girona y el consejo comarcal intentarán a partir de hoy establecer «el mecanismo mejor y más efectivo para poder obtener ayudas» para los afectados.
El perímetro dañado se mantiene estable en unas 13.900 hectáreas, aunque el conseller matizó que al sobrevolar la zona afectada se veían algunas áreas no quemadas y otras solo superficialmente, por lo que se estima que el número de hectáreas quemadas se situaría finalmente entre las 9.000 y las 10.000.
Los esfuerzos de los equipos de extinción, según explicó Puig, se centraron en contener el fuego alrededor de los municipios de Agullana, Darnius, Boadella, Terrades y Cantallops para evitar que avanzara hacia la comarca de la Alta Garrotxa, donde la masa forestal existente entraña todavía más peligro.
Puig anunció que una de las buenas noticias de la jornada fue que solo 18 abonados quedaban sin suministro eléctrico y que se solucionaron los problemas con los teléfonos fijos y móviles. La otra, que el número de ingresados disminuyó, pasando de ocho a seis; los dos ingresados en el Josep Trueta de Girona son los heridos en Portbou, la madre y el hijo de la familia francesa de la cual murieron el padre y la hija.
El conseller de Interior, Felip Puig, pidió ayer a los ciudadanos que fotografíen con sus teléfonos móviles a las personas que tiran colillas por las ventanas de sus vehículos y las envíen a la Policía, para denunciar esta imprudencia que puede causar un incendio.
El presidente del Consejo Comarcal del Alt Empordà, Xavier Sanllehí, decretó dos días de luto oficial -ayer y hoy- por las cuatro personas que han fallecido en los incendios que afectan a la comarca desde el fin de semana.