Maite SOROA | msoroa@gara.net
El «españolísimo» rescate de Catalunya
El anuncio -en la BBC- del Govern de Catalunya de que solicitará ayuda al fondo de liquidez de las comunidades autónomas (lo que se dice un rescate), ha generado todo tipo de comentarios, desde los más envenenados hasta los que exigen a Catalunya que pida perdón por estar viva. Despropósitos de todos los gustos elevados a la máxima potencia.
Emilio J. González escribe en «Libertad Digital» un pseudoanálisis que despacha en un santiamén todas las razones de la quiebra financiera catalana. «La imposición del catalán, la promoción del nacionalismo, la política educativa de inmersión lingüística y los devaneos con la independencia». Y como es de esperar anima a Rajoy a condicionar la ayuda al «abandono» de esas políticas. «Si están a las maduras, tienen que estar a las duras. En caso contrario, que se las apañen como puedan». Para servidora eso es además de demagogia del nivel del bono basura, un chantaje en toda regla. Y un ejemplo de como el facherío ha encontrado un pretexto de oro en la crisis para intentar implementar su agenda ultra.
Los editoriales de los medios de la derecha extrema, todos ellos, iban en la misma línea. El de «El Mundo» pegaba fuerte desde el propio título: «Cataluña debe podar lo supérfluo para ser rescatada». Los lectores pueden hacerse una idea de donde plantean estos meter la motosierra. Y concluye lanzando una advertencia a Rajoy: «Si no logra embridarla ahora que está en quiebra, deberá cargar para siempre con ese error».
«Abc» titulaba «España no falla a Cataluña» y daba lecciones de españolismo a diestro y siniestro como la que sigue: «España responderá con la solidaridad que se espera de un país que debe encontrar en la unidad nacional y el sentido colectivo del sacrificio la fuerza necesaria». El editorial de «La Razón» tiene claro de donde vienen los problemas financieros catalanes: «La herencia y las políticas soberanistas han creado una situación imposible».
«Deia», por su parte, en su editorial no perdía la oportunidad para hacer del rescate a Catalunya una apología del «éxito y las capacidades de un modelo y una forma de gestión diferenciada». Para servidora y sus amigas, sin embargo, más allá de alabar el Concierto, es hora de apostar con más fuerza y razones por la independencia.