Garbiñe Antolin y Jorge Gomez | Emprendedores
Lanbide no cumple con los emprendedores
Somos varios emprendedores que decidimos montar nuestros negocios el año pasado.
Durante todo el periplo antes de poner en marcha las tiendas, hicimos cursos, formaciones, investigaciones de mercado y nos informamos de las ayudas y subvenciones que se daban.
La subvención por parte de Gobierno Vasco o Lanbide era la más importante en cuanto a cuantía se refiere, 5.000 euros a los hombres, 7.000 euros a mujeres, así como el pago de los intereses de un crédito pactado por ellos con varias cajas. Ha pasado un año de esto y no solo no han pagado nada en dinero sino que ahora las cajas nos exigen el importe de intereses que se había comprometido a pagar Lanbide.
¿Qué nos supone esto? Pues que además de no percibir ni un duro nos van a cobrar los intereses del crédito que Lanbide no ha asumido, con carácter retroactivo. O lo que es lo mismo, el crédito pasa de un 3,36% a un 10,74% que tenemos que desembolsar nosotros.
Lanbide siempre ha vendido el fomento de la creación de empresas; a los políticos se les llena la boca de decir «todo el apoyo al emprendedor», pero la realidad es que no han pagado nada y nos hacen pagar a nosotros lo que ellos no van a hacer frente. Lo indignante es que no han hecho notificación alguna, ni a nosotros ni a las cajas, amparándose en el silencio administrativo.
Lo que pedimos es formalidad, respeto a nosotros y a lo pactado, seriedad, transparencia e información.
¿Por qué hace un mes y medio salía en prensa la dotación de todas esas ayudas? Solo es para dar imagen, hacerse la foto y repartirse el pastel entre ellos.
Basta ya. Basta ya de hacer mal las cosas y que no pase nada. Basta ya de que siempre seamos los mismos los que tengamos que poner de nuestra parte. Basta ya de promesas incumplidas. Basta ya de pensar que no somos capaces de ver lo que está pasando.
No sé si esto se solucionará algo o no, pero por nuestra parte pensamos divulgarlo, que la gente sepa todas las promesas que hace la Administración y no cumple, queremos que la gente conozca nuestra situación y la de otros muchos.
Por eso hacemos un llamamiento a los que se encuentren en esta o en otra situación a que se unan, para así hacernos oír. Está en nosotros el hacer que las cosas cambien. No estamos dispuestos a que sigan viviendo tranquilos en sus sofás mientras nosotros estamos sufriendo las consecuencias. Una voz no se oye, pero muchas sí.
Se despiden atentamente unos emprendedores, luchadores e inconformistas.