Udate
Santiago despereza a los blusas y las neskas como preludio a la Blanca
En el día de Santiago, los blusas y neskas tomaron ayer las calles de Gasteiz con una programación marcada por la tradicional carrera de burros -donde se impuso la «Puta crisis»- y la feria de ajos, bajo un sol de justicia que no logró amedrentar a los gasteiztarras.
Iris MURILLO y Amaia GARTZIA
Los blusas y las neskas de Gasteiz fueron ayer los protagonistas en el preludio de las fiestas de la Blanca. Una jornada festiva que dió comienzo con la tradicional misa en la San Miguel a las ocho de la mañana. Sin embargo, si se les pregunta a los gasteiztarras, contestarán que la fiesta no arranca, en realidad, hasta la tradicional carrera de burros, una actividad que a punto ha estado de desaparecer debido a los recortes. La salvación: la donación de última hora de la panadería El Talo. «La gente que reúne la carrera demuestra que esta actividad no se puede quitar después de llevarse haciendo ininterrumpidamente desde 1968», se quejaba un miembro de la cuadrilla Batasuna, los organizadores de este año. Reflejo de los recortes y de la grave situación económica, la realidad se impuso en la carrera, en donde «Puta crisis» se alzó ganadora otorgando la copa a la cuadrilla Galtzagorri. Iñigo Santamaría fue el primero en completar las cinco vueltas al grito de «¡La puta crisis!» y a lomos del burro bautizado con el mismo nombre, en una carrera donde no se sabía bien quién llevaba a quién a la vista de las caras de agotamiento de los blusas. Santamaría destacó la ayuda de su colega Harkaitz, de Galtzagorri: «Lo he logrado gracias a él, con mucha paciencia y aguantando al hijo diciéndome: `Aita, no corras'. `Aita, no corras'». Con respecto al entrenamiento del animal, destacó la importancia de la preparación mental: «Nos hemos echado un par de miradas antes de la carrera y él me ha dicho: `Yo voy de menos a más'. `No importa', le he contestado, `lo importante es que acabes en más'».
Sin duda, un triunfo para Santamaría, quien era la primera vez que competía. Los Zintzarri, con su «Qué feo es porras», se clasificarón los segundos.
El mercado de ajos es, sin duda, una de las imágenes tradicionales del día de Santiago, junto con los gritos típicos de los vendedores, cada uno ensalzando las propiedades de sus respectivas hortalizas. Ristras de todos los tamaños y de diferente procedencia se venden cada año prácticamente sin problemas, tal y como explicaba José Miguel Torres, un joven zaragozano asiduo a Santiago desde hace años: «Es ajico rojo bien bueno», explicaba. En la zona de las universidades, la Feria Agrícola de Santiago también volvía a reunir a una multitud de gasteiztarras en esta cita anual con el sector agrícola y ganadero alavés.
Durante toda la mañana hubo una gran variedad de actividades, como la exhibición de tractores antiguos o la muestra ganadera. Más de cincuenta productoras alavesas asistieron a este evento. Entre ellas, los productos ecológicos fueron los que más destacaron. Nerea Idigoras, integrante de la asociación alavesa de agricultura y ganadería ecológica Bionekazaritza, aseguraba que «cada vez son más las personas que nos llaman para informarse sobre proyectos de agricultura ecológica». Esta asociación fue fundada hace 22 años y reúne actualmente a más de 110 socios. «Es necesario explicar a los productores que una agricultura y ganadería ecológica son posibles, y a los consumidores que en Euskal Herria hay mucha variedad de productos ecológicos: verduras, carne, lácteos...»,aclaró Idigoras.
¡Panaché para todos!
A las cinco de la tarde, las doce cuadrillas de blusas y neskas emprendieron el camino hacia la plaza de toros bien provisionadas de todo tipo de bebidas. El paseíllo, encabezado por la cuadrilla «Okerrak», empezó desde la Plaza Nueva pasando por la calle Dato y Florida. Aguantando el sofocante calor que rozó los 32 grados a la sombra, los gasteiztarras dejaron claro que tienen ganas de que llegue el día 4 de agosto.