GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

EL ESTADO ESPAÑOL, AL BORDE DEL COLAPSO

El Parlament aprueba el pacto fiscal bajo la sombra del rescate

p005_f01.jpg

Beñat ZALDUA | BARCELONA

Después de año y medio de duros recortes, el president de la Generalitat, Artur Mas, consiguió que el Parlament aprobase ayer la propuesta estrella de su legislatura: el pacto fiscal. Sin embargo, el éxito parlamentario, conseguido con el apoyo total de ERC e ICV-EUiA y el apoyo parcial del PSC, se vio ensombrecido por el anuncio, el día anterior, de que Catalunya pediría el rescate al Gobierno español.

El pleno extraordinario convocado para debatir la propuesta de pacto fiscal, al que el Govern otorgó la solemnidad de las grandes ocasiones, no deparó grandes sorpresas, aunque sí dos detalles importantes para el futuro de la propuesta catalana. Una de cal y otra de arena para Mas. Por un lado, consiguió que el PP se abstuviese, evitando que su negativa condenase la iniciativa al fracaso por la vía rápida. Por otro lado, no logró el apoyo del PSC en el punto clave de la propuesta, en el que se reclama que la Agencia Tributaria de Catalunya sea la única gestora de la recaudación de los impuestos.

Por contra, el PSC sí que se sumó al resto de la propuesta de pacto fiscal, en la que se reivindica «un acuerdo de financiación que suponga un cambio de modelo», es decir, que se salga del régimen común de la LOFCA. En el documento aprobado se puede leer que los objetivos del nuevo modelo deben ser «conseguir la plena capacidad de decisión sobre todos los tributos soportados en Catalunya, poder disponer de los recursos económicos que como país generamos para atender las políticas sociales y de crecimiento, y garantizar la lealtad institucional para evitar arbitrariedades e incumplimientos de las partes».

Inicio de un camino tortuoso

Al Govern no le ha sido fácil llegar al acuerdo suscrito ayer por el Parlament, pero lo más difícil llega sin duda ahora, cuando la Generalitat tendrá que negociar con el Gobierno de Rajoy, que difícilmente aceptará un pacto fiscal en las condiciones actuales. De hecho, el propio Mas admitió ayer que cree que el nuevo modelo «no será aceptado» por el Estado.

El Govern, por lo tanto, gana algo de tiempo con la aprobación de su propuesta, pero no resuelve su principal problema de fondo, que radica en cuál será su respuesta ante la prevista negativa de la Moncloa. El secretario general de Convergència, Oriol Pujol, apuntó ayer mismo que «ésta es la última estación conocida de las relaciones entre Catalunya y España», pero más allá de sugerentes declaraciones, está por ver si CiU será capaz de seguir el impulso de su propia base electoral y empezar a dar pasos hacia la independencia.

«última estación»

Oriol Pujol apuntó que «ésta es la última estación conocida de las relaciones entre Catalunya y España», pero más allá de sugerentes declaraciones, está por ver si CiU será capaz de seguir el impulso de su propia base electoral y empezar a dar pasos hacia la independencia.

Los «hombres de negro» también llegarán a Catalunya

A falta de petición formal, todos dan por hecho que Catalunya recurrirá a la «línea de crédito» del Gobierno español, eufemismo con el que el portavoz del Govern, Francesc Homs, habló del rescate, siguiendo los preceptos de la neolengua instaurada por el PP. Pese a que las menciones fueron pocas y veladas, el espectro del rescate recorrió toda la sesión parlamentaria de ayer, ensombreciendo un día que Mas tenía señalado en su calendario desde hace meses.

Precisamente fue el president el que más claramente se refirió al rescate, señalando que el Principat no será intervenido y advirtiendo de que «antes pasarían muchas otras cosas». Pese a sus advertencias, ayer se supo que «los hombres de negro» aterrizarán en Catalunya en cuanto pidan el rescate. Fue el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien utilizó estas palabras para explicarlo.

Montoro señaló que los técnicos de Hacienda se podrán presentar en la autonomía rescatada y exigir todos los números para revisar la evolución de las cuentas. Del mismo modo, a cambio de hacerse cargo de los vencimientos de las deudas -unos 5.000 millones de euros en Catalunya de aquí a fin de año-, Hacienda podrá exigir a los gobiernos autonómicos nuevos recortes adicionales, que en el caso del Principat se sumarían a los cinco «planes de ajuste» aplicados en año y medio. B.Z.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo