Nagore Belastegi

Unas playas de lujo, buen pronóstico del tiempo para agosto y, de momento, apenas presencia de las temidas medusas. Parece que podremos contar con el plan de ir a pasar el día a la costa este verano. En lo que se refiere a Hego Euskal Herria, según el análisis realizado por el Gobierno de Lakua, a mediados de julio casi todas las playas de Gipuzkoa y Bizkaia gozan de buena salud medioambiental, a excepción de Toña (Sukarrieta) y Las Arenas (Getxo), donde las condiciones sanitarias del agua de baño son insuficientes y, por lo tanto, no es recomendable darse un chapuzón. A pesar de que días atrás parecía que el verano no conseguía arrancar, el metereólogo Joxe Landa apuesta por un agosto con buen tiempo. Sin embargo, recalca que no puede asegurarlo al cien por cien porque no acostumbra a realizar predicciones a largo plazo. Según Landa, durante el día de hoy habrá tormentas que no tendrán mayor importancia, y el fin de semana entrará un frente por el norte que enfriará el viento y empeorará el tiempo. Aún así, a partir del lunes los días de playa volverán y entraremos en el nuevo mes con buenas temperaturas, durante unos días por lo menos.

Ya solo queda el tercer factor: las medusas, los fantasmas del mar. Al margen de las del género Aurelia que aparecieron en Gipuzkoa a principios de este mes, apenas se han registrado avistamientos, mientras que el año pasado nuestra costa estaba infestada de las temidas carabelas portuguesas (Physalia physalis). De hecho, este organismo posee uno de los venenos más potentes de la naturaleza. Su picadura produce dolores intensos y dificultad respiratoria, aunque no causa la muerte del ser humano a no ser que se produzca una reacción alérgica. Lo que más sorprende de esta especie es que biológicamente no es una medusa -es un sifonóforo-, pero la sociedad la considera como tal porque se comporta igual que ellas. El coordinador del área de Gestión Ambiental del Medioambiente de Azti-tecnalia, Javier Franco Sansebastián, nos explica que la carabela portuguesa es una de las especies que se puede considerar común en nuestras costas. Otras medusas que producen irritación en la piel pero que son menos peligrosas son la medusa común o Aurelia, la Pelagia, la conocida como Aguaviva o la inofensiva Velero.

Para evitar que este verano se produzcan muchas picaduras por medusas, Azti-tecnalia ha puesto en marcha un dispositivo conjunto con el Gobierno de Lakua que consiste en repartir información (tamaño, color, longitud de los tentáculos) para poder detectarlas cuanto antes. «Repartiremos 5.000 guías sobre las principales especies de medusas entre los usuarios del mar; pescadores recreativos y profesionales, surfistas, Cruz Roja, gente que vaya al mar a dar una vuelta en bote... en caso de que avisten una carabela portuguesa, tienen que llamar al 112 o dar aviso a través de la radio VHS al canal 16», nos cuenta Franco Sansebastián.

De esta manera SOS Deiak reúne la información del día y la remite a Azti-tecnalia. Desde allí, y teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas que reciben de Euskalmet, prevén hacía dónde irán las medusa, si es probables que lleguen a la costa y cuándo. Este dispositivo comenzó a funcionar el pasado miércoles, por lo que a falta de avistamientos todavía no han podido realizar ningún cálculo.

Si finalmente la fragata portuguesa hace acto de presencia quienes decidan ir a las playas de Bizkaia podrán enterarse mediante una aplicación para iPhone que ha puesto en marcha la Diputación. Se llama iHondartza y servirá para informar sobre las mareas, la temperatura y el estado del mar, así como si presenta bandera de medusas.

Junto a la medusa, el sabirón o pez araña es el organismo que más picaduras produce en la playa. «Hay que tener cuidado porque vive en zonas de poca profundidad y está semi enterrado. Si vas descalzo por la playa puedes pisarlo y su picadura duele mucho», explica el coordinador de Azti-tecnalia. También deberíamos ser prudentes con las medusas, especialmente con las carabelas portuguesas. El experto recomienda no acercarse en caso de verlas, ya que su cuerpo morado y lleno de aire, similar al de una bolsa de plástico, es fácil de ver pero sus tentáculos son casi transparentes y muy largos.

También advierte de que las medusas muertas también pican y que es mejor no tocar las que llegan a la playa. Sus tentáculos tienen miles de filamentos urticantes que estallan automáticamente con el contacto y con el cambio de temperatura. Incluso puede haber tentáculos sueltos debido a que las redes anti-medusas que se colocan a varios metros de la costa no evitan que se rompan y los fragmentos de sus tentáculos las atraviesen. Para evitar que estos nos piquen, es recomendable utilizar crema -puede ser crema solar-, porque esto hace que resbalen en nuestra piel sin llegar a disparar los arpones que producen la picadura.

Si aún con todas las precauciones alguien resultara herido, en ningún caso hay que frotar la herida ni rociarla con agua dulce, para que los filamentos que se quedan en la piel no se activen. Lo mejor es lavar la zona con agua de mar y aplicar hielo envuelto en una bolsa. En contra de la picadura del pez araña la prescripción es la contraria: debemos extraer la espina, introducir la herida en agua dulce muy caliente para calmar el dolor y esperar a que pasen los efectos del veneno.