Intensos combates en Alepo en previsión de una gran ofensiva
Los combates en Alepo se intensificaron ayer en previsión de una gran ofensiva por parte del Ejército sirio para desalojar de la segunda ciudad del país a los combatientes del Ejército Libre Sirio que el pasado 21 anunciaron una «operación para la liberación de Alepo de las manos de las bandas de Al-Assad», mientras las tropas leales al régimen recuperaban el control de la práctica totalidad de Damasco. La UE alertó contra la repetición del escenario de las guerras de los Balcanes.
GARA |
El Ejército sirio bombardeó ayer varios barrios de Alepo, segunda ciudad y capital económica del país árabe, en previsión de una inminente y gran ofensiva para recuperar el control de los barrios en manos del Ejército Libre de Siria (ELS). Las tropas de ambos bandos se preparaban para un enfrentamiento que que medios afines al régimen calificaron de «madre de todas las batallas», una gran ofensiva que también anunció la oposición. Los intensos combates de ayer en Alepo y otros actos de violencia en otras zonas del país dejaron al menos 110 muertos, según la oposición.
Una fuente de la seguridad siria señaló a AFP que el ejército sirio concentraba fuerzas alrededor de Alepo para lanzar una ofensiva inminente de gran envergadura destinada a recuperar el control de la ciudad, donde los combates se desarrollaron ayer principalmente alrededor de los barrios Al-Sukari y Salahuddin, que esta semana cayeron en manos rebeldes.
El comandante en jefe de el ELS en Alepo, coronel Abdel Jabbar al-Okaidi, dijo a Efe que los rebeldes dominaban los dos barrios citados, más Al-Sajur y Tariq al-Bab, lo que, agregó, supone «casi la mitad de la ciudad». El militar indicó también que las tropas regulares bombardearon esos distritos con artillería, helicópteros y cazas Mig-21.
La fuente citada por AFP señaló que entre 1.500 y 2.000 rebeldes llegaron a Alepo desde otras zonas para ayudar a los 2.000 combatientes ya presentes allí, mientras que el régimen desplazó otros tantos soldados cerca de un centenar de tanques y otros tantos vehículos militares se habían desplazado a la ciudad.
Si Alepo cae, «el régimen está acabado y los dos adversarios lo saben», afirmó el miércoles Rami Abdel Rahman, presidente del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede el Londres.
En tanto, en Damasco, donde las fuerzas del régimen parecían haber retomado el control de la mayoría de los barrios, estallaron ayer enfrentamientos en el campo de refugiados palestinos de Al-Yarmuk, en el sur de la capital.
En este contexto, los opositores al régimen volvieron a llamar en su página Facebook a manifestarse hoy, como todas las semanas, apoyando el «levantamiento de las dos capitales» y afirmando que «la guerra de liberación continúa».
También se registraron bombardeos, según la oposición, en la provincia de Deir Ezor, en Idleb y en la ciudad de Hama.
En el plano diplomático, Arabia Saudí propondrá en los próximos días a la Asamblea General de la ONU adoptar una resolución sobre la amenaza de Damasco de utilizar sus armas químicas en el caso de una intervención extranjera, según el embajador saudí en la ONU.
Esta iniciativa de Arabia Saudí, que, como otros países del Golfo, apoya a la oposición siria, se produce tras fracasar el pasado 19 de julio en el Consejo de Seguridad la tentativa de aprobar una resolución que amenazaba a Damasco con nuevas sanciones. Rusia y China vetaron por tercera vez esa iniciativa.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció una «carnicería» en Siria y criticó a la comunidad internacional por lo proteger a los rebeldes, mientras la Unión Europea expresaba su temor a que se repita en el país árabe un escenario similar a la de las guerras de los Balcanes en la década de los 90, donde, según sostuvo, se empieza a constatar una división del territorio por etnias o religiones a causa de la revuelta y destacó la situación «desesperada» que viven cientos de miles de ciudadanos desplazados por el conflicto.
Rusia expresó su rechazo a la creación de corredores humanitarios en Siria mientras la oposición armada en el país árabe cuente con apoyo desde en exterior. «Mientras continúe ese apoyo, ¿de qué acciones humanitarias podems hablar?», se preguntó el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov.
El Gobierno de Irán indicó que permanecerá «inalterable» en su apoyo a Siria a pesar de los continuos intentos de la llamada comunidad internacional de derrocar a su presidente, Bashar al-Assad. Teherán criticó que los países occidentales se estén uniendo para dañar a Siria.
Mercenarios kurdos de Siria que participan junto a los árabes en la revuelta contra Bashar al-Assad se muestran dispuestos a combatir a los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que, según Turquía, se refugian en zonas del norte de Siria si Ankara les proporciona armas para derrotar al régimen sirio.
Ubed Muse, que ha participado en los combates de Alepo, descansa junto a otros rebeldes en un apartamento del sur de Turquía utilizado como punto de reunión. «Si solo tuviéramos el apoyo de las armas de Turquía», señala este pequeño señor de la guerra kurdo, quien asegura estar dispuesto a volver sus armas contra el PKK. «Si kurdos y árabes nos unimos y somos recibimos apoyo en armas de Turquía, podremos combatir no solo al régimen sino también al PKK», afirma. «Necesitamos armas», insiste, antes de agregar que «con un apoyo de Turquía podremos golpear las bases del PKK en Siria, porque sabemos su ubicación y las regiones que controlan».
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado con una posible intervención militar contra el PKK en Kurdistán Oriental, bajo administración siria, tras acusar a Damasco de haber «confiado» varias zonas del norte del país al PKK o a su «brazo sirio», el Partido de la Unión Democrática (PYD). «No podemos tolerar la cooperación del PKK con el PYD», sentenció. Erdogan advirtió de que Turquía usará su «derecho de persecución» contra el PKK en Siria, como ya lo hace en Kurdistán Sur, bajo administración iraquí, y dijo tener «el derecho natural» de intervenir en Siria si allí hay «formaciones terroristas» que considera una amenaza para su país.
Los kurdos de Siria, cerca del 9% de sus 23 millones de habitantes, se quejan de décadas de discriminación, pero están divididos. Algunos se han unido al Consejo Nacional Sirio, pero otros se resisten mientras no se garantice el respeto a los derechos de su pueblo. GARA