Bradley Wiggins, tras ser el encargado de tocar la gran campana que abrió oficialmente la ceremonia de inauguración, desea proclamarse campeón olímpico de contrarreloj. La prueba, que comenzará a las 15.15 (hora de Euskal Herria), transcurrirá sobre 44 kilómetros, con un perfil sin apenas desnivel, adecuado para rodadores. Wiggins intentará redondear una temporada magnífica, jalonada con numerosos e importantes triunfos -entre ellos la París-Niza, el Tour de Romandía, la Dauphiné y el Tour-, con un metal dorado en los Juegos de Londres.

Después de la prueba en ruta, en la que su trabajo a destajo en apoyo de Cavendish no encontró el premio, pretende resarcirse regalando una alegría a sus paisanos. Nacido en Gante, pero trasladado a los dos años a Inglaterra, es hijo de un corredor australiano de pista y redondearía así su campaña.

Wiggins quiere recordar sensaciones, pues ya ha saboreado las mieles del triunfo olímpico, pero lo hizo en pista. En Sidney logró un bronce; en Atenas un oro, una plata y otro bronce; y en Beijing dos oros -en persecución individual y por equipos-. «Sería una suerte ganar una cuarta medalla de oro», admitió ayer el gran favorito.

El inglés, acompañado en el equipo por Chris Froome -otro aspirante al podio tras ser segundo en las dos cronos del Tour-, se verá las caras de nuevo con Cancellara.

El corredor suizo, gran dominador de esta especialidad y defensor del título, es favorito si finalmente decide participar tras sufrir una dura caída en la parte final de la prueba en línea. Espartaco está apurando estas últimas horas para comprobar si llega a tiempo y en condiciones físicas para volver a demostrar que es el mejor en la lucha contra el crono. «Lo más importante es estar preparado mentalmente», declaraba Fabian Cancellara, que aspiraba a defender su título en esta modalidad del ciclismo que figura en el programa olímpico desde 1996.

La duda para las aspiraciones de Wiggins es su estado físico después del enorme desgaste acumulado durante toda la temporada, en la que ha ganado seis pruebas contrarreloj: en la Vuelta al Algarve, en la París-Niza, en el Tour de Romandía, en el Criterium del Dauphine y dos en el Tour, ya que el prólogo fue para Cancellara.

Autodescartado

El alemán Tony Martin sostiene el sueño alemán. Campeón mundial contrarreloj en 2011 y tercero en 2009 y 2010, es el otro gran candidato a la victoria, aunque aún puede acusar la fractura de escafoides que sufrió en el Tour hace menos de un mes. Él mismo se descarta del oro y se lo concede a Wiggins.

La nómina de participantes incluye al veterano australiano Michael Rogers, campeón mundial 2003, 2004 y 2005, y quien no estará será Cadel Evans, que ha decidido no participar por el cansancio acumulado.

Sylvain Chavannel, Taylor Phinney o Luis León Sánchez -tercero en la última crono del Tour y en un buen momento- pretenden reclamar también su protagonismo.