La Federación Internacional de Esgrima rechazó la reclamación presentada por Corea del Sur sobre la derrota de Shin Lam frente a la alemana Britta Heidemann en las semifinales de espada, tras la cual la surcoreana permaneció una hora sentada, llorando a ratos, en señal de protesta. La delegación alegaba que el combate estaba terminado, con la victoria de Lam, cuando la alemana recibió un segundo más en el marcador, que aprovechó para hacer el tocado decisivo. La razón del rechazo se debe a que «es competencia del árbitro determinar cuando tiempo queda de un combate».