Dani Moreno defendió su maillot de líder en la Vuelta a Burgos por tercera jornada consecutiva, tras abrir brecha con sus máximos oponentes de la general al meterse en un grupo avanzado con Simon Clarke y Paul Martens. Este último fue el más rápido del trío y se hizo con la etapa que finalizó en Clunia.

El ciclista madrileño del Katusha cogió la rueda buena, la del ganador, que demostró ser el más fuerte en las rampas de la ciudad romana. Minutos antes lo había intentado Juan Antonio Flecha, pero sus fuerzas flaquearon ante la aceleración final de Martens.

El alemán y el líder provisional fueron los más beneficiados del grupo de veinte hombres que se formó en cabeza cuando, a falta de veinte kilómetros para la meta, el trabajo de los hombres del Rabobank y el fuerte viento provocaron varios cortes, cuyos mayores damnificados fueron Sergio Henao y Rigoberto Urán.

Astarloza, escapado

Previamente y en lo que está siendo una tónica de la presente edición de esta Vuelta, las hostilidades se desataron desde el inicio. No se llevaban ni 16 kilómetros de etapa disputados cuando se formó un grupo de diez ciclistas, que fueron posteriormente neutralizados.

De la aventura solo sobrevivieron Mikel Astarloza (Euskaltel), Antonio Piedra (Caja Rural), Flecha y Meier, cuyo entendimiento fue total, llegando hasta una diferencia de seis minutos y medio superado el kilómetro 45. La escapada no consiguió ser neutralizada hasta el último paso por Hontoria de Valdearados, a 20 kilómetros de la llegada.

Dani Moreno dispone de una ventaja de 13 segundos sobre Matti Breschel, y uno más sobre Stefano Garzelli, a falta del más importante escollo de la carrera burgalesa, el ascenso de hoy a las Lagunas de Neila, donde el líder comentó que «habrá que sufrir» para repetir el triunfo del año pasado.