La gestión del Gobierno navarro, en entredicho
Indurain (Miguel) tenía razón
Ramón SOLA
En setiembre pasado, el mismo día en que Unipublic confirmó la concesión de la salida de la Vuelta a España a Iruñea, una emisora local realizó una entrevista muy significativa a Miguel Indurain. Mientras al entrevistador solo le faltaba ponerse a dar saltos de la alegría por la noticia, el campeón de Atarrabia insistió varias veces, con cierta preocupación, en que faltaba ver de dónde saldría el dinero necesario. Resultaba inevitable recordar además que en las filas de UPN milita su propio hermano, Pruden -y que hoy ya es el máximo responsable del deporte en el Gobierno de Nafarroa-, por lo que ningún interés podía tener Miguel en sembrar dudas sobre la cuestión.
Eran malos tiempos, pero no tanto como los actuales. En ese inicio del curso pasado, el Gobierno subía la cuesta de la crisis con dificultad; ahora está ya en «pájara» permanente. Los meses y los tijeretazos han ido pasando y lo que entonces chirriaba ahora ya clama al cielo, hasta el punto de que ayer el consejero Pejenaute se las vio y deseó para defender el proyecto. No esperen a las cuentas que promete, porque los gastos están bien tasados pero medir los ingresos de un evento así resulta imposible. Sí podemos hacer algunas deducciones de mero sentido común, al alcance de cualquiera. Hemos visto, por ejemplo, que Iruñea ha conseguido la llamada «Gran Salida» en su primera petición, lo que apunta a que no había lista de espera. Que la Vuelta lleva muchos años de capa caída es una evidencia. También que Iruñea está vacía en estas fechas de calores y de fiestas en los pueblos. Por otro lado, el verano discurre saturado de espectáculos deportivos de elite: Eurocopa, Juegos Olímpicos.... Y sabemos también que ese fin de semana en que arranca la Vuelta la atención la acaparará otra cosa: el inicio de la Liga de fútbol.
Más desternillante aún resulta que se trate de presentar la etapa prólogo como una promoción de los sanfermines -y del encierro en concreto-, un mes después de acabar las fiestas, en un momento en que lo que preocupa del encierro es precisamente su masificación, y cuando la Vuelta básicamente interesa, y poco, en el Estado español, donde ¿alguien no conoce los sanfermines?
Pero hay más. La idea la impulsó el PSN y la abanderó Roberto Jiménez, al que ya se llevó del Gobierno navarro el furgón-escoba. Por contra, Yolanda Barcina no ha llegado aún ni al control de firma: en la presentación de enero no estuvo, alegando cuestiones de agenda. ¿Acaso no era su idea, quizás intuye fiasco económico, o teme que enseñar su patita delate un proyecto que obviamente es más una inversión política que económica?
De momento, mejor escuchar lo que dice gente tan normal como Miguel Indurain.