El grupo municipal de Bildu en el Consistorio de Barakaldo exigió ayer al equipo de gobierno del PSE, que lidera Tontxu Rodríguez, «la inmediata desconexión» del pantano de Oiola de la red de abastecimiento mientras no exista «total garantía de que el nivel de lindano en sus aguas es igual a cero de forma permanente».

En un comunicado, la coalición soberanista recordó que, «desde el pasado 30 de julio», el segundo municipio vizcaina más poblado está «de nuevo conectado al pantano de Oiola» y los grifos «vuelven a ofrecernos agua sin garantía de potabilidad, porque para que el agua sea considerada potable esta no debe perjudicar a nuestra salud y el lindano es una sustancia altamente perjudicial para la salud».

En ese sentido, los corporativos soberanistas aseguraron que el agua del pantano de Oiola, que actualmente abastece al municipio, «no ofrece todas las garantías de calidad que marcan las diferentes normativas sobre calidad del agua para el consumo».

«Niveles superiores»

Tras recordar las diferentes mediciones que ha llevado a cabo los técnicos de la Agencia Vasca del Agua (URA), indicó que el 12 de febrero de 2012 se procedió al cierre del pantano de Oiola, «aunque Sanidad había ordenado cerrarlo en noviembre de 2011, por lo que -advirtieron- hemos estado expuestos a niveles superiores a los marcados por los protocolos».

Bildu denunció la «manera de actuar» del equipo de gobierno del PSE, «que decide conectarnos a Oiola con el único propósito de ahorrar unos euros, pasando por encima del derecho de baracaldeses a disponer de un agua de calidad». A su juicio, «entre ahorrar dinero, para gastarlo después en asuntos que a la ciudadanía ni fu ni fa, y vigilar la salud de la población debería primar siempre lo segundo».

La coalición soberanista de izquierda consideró que «es hora de que nuestro Ayuntamiento actúe de manera responsable, porque el lindano es bioacumulativo, de forma que ninguna cantidad es pequeña porque permanece en nuestro organismo una vez ingerido». De ahí, su exigencia de desconexión.