El Ibex superó la barrera de los 7.000 puntos en un día huérfano de datos nuevos para la toma de decisiones y sin grandes movimientos. Por el contrario, la sesión sí resultó accidentada, dado que durante casi cinco horas un problema técnico paralizó las negociaciones en el SIBE. El avance del Ibex se produce en medio del debate sobre el rescate al Estado español, una opción cada vez menos discutida y que podría tener lugar en breve plazo. En este contexto, los inversores prefieren ver el lado positivo de esa intervención directa de Bruselas. Según los analistas, pese a sus dolorosas consecuencias para la población, se terminarían de una vez las especulaciones abiertas hace meses sobre la viabilidad de las cuentas públicas y la financiación de la deuda. Así las cosas, se mantuvo el espíritu optimista del viernes hasta el cierre. El Ibex saltó hasta los 7.053,60 puntos, tras apuntarse un 4,41%. Todavía pierde un 17,66% en el año. Las ganancias de Londres (+0,37%), Fráncfort (+0,77%) y París (+0,81%) fueron muy inferiores. Dentro del Ibex, las alzas estuvieron encabezadas por Repsol (+9,27%), Mapfre (+8,17%) e Iberdrola (+8,04%). Todos los pesos pesados acabaron con grandes subidas. BBVA se anotó un 4,51%, Santander, un 4,01%, e Inditex, un 3,82%. Sólo cedieron terreno Grifols (-0,58%), Técnicas Reunidas (-2,41%) y Caixabank (-3,29%). En París, despuntaron Peugeot (+7,83%), Crédit Agricole (+5,22%) y Carrefour (+4,76%), mientras que Sanofi (-1,27%) lideró los descuentos pese a obtener la luz verde de la autoridad sanitaria estadounidense (FDA) para comercializar un nuevo medicamento.