El brasileño Arthur Nabarrete Zanetti en anillas, la rusa Allya Mustafina en barras asimétricas y el surcoreano Hak Seong Yang en salto con potro se llevaron los tres oros de gimnasia artística que se pusieron en juego ayer en el North Greenwich Arena.

Segundo en el Mundial y en los Juegos Panamericanos, Zanetti ganó la primera medalla para la gimnasia iberoamericana en toda la historia olímpica con una gran puntuación de 15.900 puntos, por delante del chino Yibing Chen (15.800) y del italiano Matteo Morandi (15,733).

Parecía que Chen, cuatro veces campeón del mundo y defensor del título olímpico, volvería a llevarse el oro en Londres cuando abrió la competición con un ejercicio impecable, con 6,8 de dificultad y 9 de ejecución. Pero Zanetti, último en competir tras pasar a la final con la mejor puntuación, llegó decidido a llevarse el triunfo.

Presentó un ejercicio de tanta dificultad como el del chino, pero su ejecución fue sobresaliente: controló las anillas con seguridad en los cristos y en las planchas, y apenas tuvo unos balanceos imperceptibles. Cerró con una buena salida y convenció a la mayoría de los jueces.

El bronce se lo llevaba el experimentado italiano Matteo Morandi, subcampeón europeo, mientras que otro gran veterano, el búlgaro Iordan Iovtchev, cerraba su sexta participación olímpica con una séptima plaza.

El gran día de Mustafina

También hubo cambio de titular en las asimétricas, única final femenina de la jornada. La rusa Aliya Mustafina (16.133) se proclamó campeona olímpica por delante de la defensora del título, la china Kexin He (15.933), y de la británica Elisabeth Tweddle (15.916), que a punto estuvo de dar la sorpresa en su primera gran final olímpica.

Mustafina, con un ejercicio por debajo en dificultad al de Kexin He, estuvo por encima de todas sus rivales en ejecución (9.133). La altura de sus sueltas, la ligereza de movimientos y la buena salida la llevaron a lo más alto del podio, ante el eterno gesto de tristeza de su compañera Victoria Komova, vigente campeona mundial de la especialidad, que acabó quinta.

En el salto masculino, por último, el surcoreano Hak Seon Yak, campeón del mundo, cumplió con los pronósticos y se impuso con una puntuación de 16.533 -se atrevió con el difícil salto que lleva su nombre-. El ruso Denis Ablyazin ganó la plata (16.533), y el ucraniano Igor Radivilov el bronce (16.316).