Hermosas palabras para el epitafio de la generosa y díscola Chavela Vargas
P. CABEZA | BILBO
Jugó con su vida de la manera que quiso, caminó descalza por el filo de la navaja, pero si en algún momento sintió mareo, vomitó sobre las costumbres conservadoras, razón por al que irrita que entre las voces de recuerdo y respeto por su obra y vida, se encuentre la de Ana Botella, alcaldesa de Madrid.
Entre la lógica y la buena razón de quienes se han dirigido a ella en vida y tras la muerte se encuentra Pedro Almodóvar, siempre admirador de la mexicana nacida en Costa Rica. «Chavela Vargas hizo del abandono y la desolación una catedral en la que cabíamos todos, y de la que se salía reconciliado con los propios errores». Y añade: «Al prescindir de los mariachis en las rancheras, Chavela cambió hasta tal punto el compás original que de una canción pizpireta y bailable (`Piensa en mí') se convirtió en un fado o una nana dolorida».
Almodóvar rememora las últimas palabras que le dijo la mexicana en la Residencia de Estudiantes de Madrid en el pasado julio, cuando la salud ya le guiñó un ojo: « Estoy tranquila. Una noche me detendré, poco a poco, sola, y lo disfrutaré». El cineasta, quien se despide de ella como «tu esposo en este mundo, como te gustaba llamarme», concluye en Facebook: «La palabra detendré cayó con peso y a la vez ligera, definitiva y a la vez casual; adiós volcán»
En julio, Almodóvar, como se ha señalado, mencionó en Facebook unas palabras de apoyo a Chavela y de paso lanzó el siguiente comentario: «Un día de estos tomaré conciencia (ya la he tomado, pero la inercia del rodaje [Los amantes pasajeros] lo aplasta todo) y desde aquí diré lo que pienso de este gobierno brutal».
Sabina lloró
«Lo que nunca me había sucedido», llorar, ni siquiera lo hizo por la muerte de sus padres, Joaquín Sabina en un escrito remitido al perfil oficial de Chavela en Facebook, señala que «esta vez me venció el desconsuelo».
Sabina recuerda que nunca se tomó copas con sus ídolos, pero «sí con Chavela, con la que he cantado y nos hemos abrazado y reído hasta hartarnos. Todas esas veces contarán siempre entre las más grandes cosas que me han sucedido en la vida».
«Yo vivo en el bulevar de los sueños rotos", le dijo Chavela a Sabina hace veinte años, frase que le valió para escribir una de sus canciones más famosas. En ese momento, ella «ya se había recuperado de su alcoholismo», después de haberse bebido «algo así como 1,8 millones de botellas de tequila», pero cuando le veía a él beberlo le decía: «Joaquín, ese tequila es muy malo; el bueno ya nos lo bebimos José Alfredo Jiménez y yo».
Festival: Bakio Sounds. Alrededor de 500 personas. El próximo año pueden mejorar el escenario, muy cutre. Y realizar un trabajo de promoción mayor, como dirigirse a este medio,
por ejemplo.