Las miradas se fundían por entero en el duelo entre España y Brasil, buscando si alguno de los dos contendientes se dejaba ganar o si lo daba todo o si se dejaba algo o... Ya se sabe, el ganador se enfrentará a Argentina en cuartos de final y, con suerte -siempre y cuando no salte el sorpresón más morrocotudo de la historia del baloncesto- a Estados Unidos en semifinales.

Al final, los equipos fueron todo lo honestos que cabía esperar: jugaron para ganar, pero dando más minutos de los habituales a su fondo de banquillo, amén de que Nené Hilario no participó. Tras dominar todo el partido España -73-75 fue la primera renta canarinha-, Brasil remontó con un Barbosa acertado y los errores en el tiro libre de los de Scariolo, que bajaron los brazos. El último parcial, 16-31, es indicativo de quién es valiente y quién no.

AUSTRALIA-RUSIA (82-80). Pero la sorpresa más grande de esta última jornada no saldría del penúltimo partido, sino del primero. Australia, después de verse virtualmente fuera de los Juegos Olímpicos en la primera mitad ante Gran Bretaña, parece haber espabilado. Así, los boomers se subían a sus propias cimas de máximas posibilidades y sorprendían a una Rusia que volvía a hacer gala de su proverbial irregularidad. Con todo, a cuatro segundos del final, los discípulos de David Blatt ganaban 79-80 tras dos tiros libres de Fridzon, que culminaba la remontada rusa con un parcial de 0-7. Pero los oceánicos no se rindieron y el base de los San Antonio Spurs, Patty Mills, autor de 13 puntos -Ingles fue el máximo anotador, con 20- se levantaba para clavar el triple de la victoria. Con todo, eso no cambiaba en nada la clasificación del grupo B, pero al menos sirvió para elevar la moral australiana, y darle una sonora colleja a Rusia, que deberá emplearse a fondo en su «derbi» ante Lituania.

TÚNEZ-LITUANIA (63-76). La propia Lituania casi metió la pata hasta el fondo. Con una décima parte de la intensidad mostrada ante los Estados Unidos, los entrenados por Kestutis Kemzura rozaron la derrota, yendo hasta 14 puntos por abajo, y solo un parcial de 9-26 en el último cuarto les salvó el pellejo a los bálticos. Los 11 triples de 24 intentos más las 24 asistencias -9 de ellas del base Mantas Kalnietis- fueron aire puro para una Lituania excesivamente irregular, en la que los menos habituales, como el prometedor Valanciunas, tuvieron más minutos que de costumbre. Por parte tunecina, el capitán Amine Rzig fue el mejor jugador con 17 tantos y 5 rebotes. Para su desgracia, hasta 19 pérdidas de balón -por 16 de los europeos- condenaron a la derrota al combinado norteafricano.

FRANCIA-NIGERIA (79-73). La selección bleu acaba en segunda posición en el grupo A, pero ante España deberá ofrecer una cara mucho mejor, o al menos más atenta ante los partidos. Los entrenados por Vincent Collet -presentes en el duelo entre España y Brasil- empezaron con un 23-10 favorable, pero se durmieron en los siguientes dos cuartos, encontrándose 56-54 al final del tercer período. Chamberlain Oguchi, con 35 puntos -8 triples- fue el mayor peligro para el seleccionado francés, que precisó de 21 puntos del alero de los Blazers Nicolas Batum. Entre otras canastas, un «dos más uno» providencial hacia el final del partido para asegurar el triunfo galo.

GRAN BRETAÑA-CHINA (90-58). La imagen de la selección china en los últimos partidos ha sido lamentable. Tan lamentable, que ha perdido sus dos últimos partidos sin llegar a 60 puntos y encajando 90 o más. Gran Bretaña se solazó e hizo disfrutar a su hinchada a costa de una selección asiática con ganas de volver a casa sin mirar atrás. Entre los británicos, hasta cinco jugadores sumaron 10 puntos o más, ganando cada cuarto con insultante facilidad. Los locales Robert Archibald y Nate Reinking, que se retiraban tras el partido de ayer, pudieron recibir la ovación del público reunido en el Basketball Arena.

ESPAÑA-BRASIL (82-88). Pau Gasol arrancó metiendo 13 puntos en el primer cuarto -25 en total-, y parecía que España iba a salir a ganar sin más. Pero luego se lo pensó mejor, y comenzó a errar de tres -4 de 13- y tiros libres -20 de 27-. Brasil respondió rescatando rebotes de ataque, y de la mano de Leandrinho Barbosa, 23 puntos, más otros 13 de Marquinhos Vieira -clavaron cuatro triples en los minutos finales que desarbolaron a los de Scariolo- y el poder reboteador de Splitter y Varejao, la verde amarela sumó un parcial de 16-31 en el último cuarto para levantar orgullosa la cabeza y hundir a los hispanos.