El presidente español, Mariano Rajoy, resolvió ayer una de las dos incógnitas que mantiene durante el mes de agosto y anunció que prorrogará la ayuda de 400 euros a parados sin prestaciones. El otro gran interrogante, el del rescate total de Madrid, sigue sin respuesta. Aunque Rajoy ha dejado de rechazar esta posibilidad.

Ayer, como ya hizo el pasado 3 de agosto, el inquilino de la Moncloa vinculó esta opción a las propuestas de política monetaria que lleguen desde el Banco Central Europeo. «En su día ya pedimos un préstamo», señaló, en referencia al rescate de la banca española. «Y ahora, si nos parece razonable, haremos lo mismo», aseguró, durante una comparecencia realizada en Mallorca después de encontrarse con Juan Carlos de Borbón.

Rajoy ha pasado de negar tajantemente la posibilidad de que el Estado español fuese intervenido a condicionar un posible rescate a las propuestas que lleguen desde Bruselas. «Todavía no he tomado una decisión», argumentó ayer.

Según el jefe de Gobierno español, el BCE tiene delante diversas opciones para salvar las economías más maltrechas, como «comprar bonos en el mercado secundario o conceder créditos a entidades financieras y que luego compren deuda pública». En los últimos días «no se ha producido ninguna novedad» en este ámbito, por lo que el gabinete del PP mantiene la incertidumbre.

Los términos del posible rescate, que cada vez se percibe como más inevitable, podrían conocerse en el próximo mes. Según explicó el presidente español, su agenda para los 30 días que vienen está marcada por los compromisos europeos y en ella destaca la visita a Madrid de la canciller alemana, Ángela Merkel, el 6 de setiembre. Antes, Rajoy se habrá encontrado con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. La tarea del inquilino de Moncloa para ambas reuniones es convencer a dos de los máximos responsables comunitarios de que tomen cartas en el asunto de la deuda española. Desde la Comisión Europea, su vicepresidente y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, volvió a recordar a Rajoy que solo intervendrán en caso de que se produzca una petición formal de rescate.

La letra pequeña del Prepara

A pesar de reconocer en varias ocasiones que ha tomado decisiones «que no han gustado» a los ciudadanos, Rajoy se enrocó en su discurso de control del déficit. Insistió en justificar el hachazo social porque Madrid «corre el riesgo de que no le presten». Como viene siendo habitual, culpó al sobreendeudamiento, haciendo tabla rasa y responsabilizando, de la misma manera, a las «administraciones, empresas y familias».

Un importante grupo de estas últimas, las que más están pagando las consecuencias de la política de recortes, respiró ayer aliviado con la decisión de Madrid de prorrogar el plan Prepara, que otorga 400 euros a parados de larga duración. Rajoy mantuvo la incertidumbre hasta el último minuto, pero anunció que en el próximo Consejo de Ministros, que tendrá lugar el 24 de agosto, se mantendrá el programa con carácter retroactivo. No obstante, el jefe del Ejecutivo español advirtió que tratará de «mejorarse», lo que abre la puerta a la letra pequeña.

La asamblea de parados de Barcelona reivindicó ayer en el mercado de la Boquería el fin de los recortes sociales que están ahogando a miles de familias en el Estado español. Carteles con lemas como «Hay hambre en este país» alertaron de que son cada vez más las familias al borde de la pobreza e hicieron un llamamiento a los comerciantes para que no se tiren la comida que no venden.