El sindicato LAB y el colectivo Jaizkibel Bizirik coincidieron ayer en señalar que la llegada de cruceros a Pasaia demuestra que las actuales instalaciones del puerto pueden atraer nuevos tráficos, sin necesidad del puerto exterior en cuyo proyecto «no se contempla el tráfico de viajeros».

En una nota, LAB del puerto de Pasaia califica de «milagro» la llegada de cruceros al puerto que, en su opinión, se está convirtiendo en un «páramo desértico» desde la llegada del último equipo directivo a la Autoridad Portuaria.

Además del desmantelamiento de la terminal de pasajeros, LAB denuncia que los buques de mercancías «se desvían misteriosamente a otros puertos», circunstancia que «está abocando a las empresas portuarias a cierres patronales, ERE, despidos y recortes».

Tras felicitar a la consignataria Artaza, LAB se muestra convencido de que «se pueden atraer y potenciar tráficos diversos si los agentes portuarios nos dedicamos a revalorar el puerto que tenemos y no otro que probablemente nunca exista».

Puerto mixto

Por su parte, el colectivo Jaizkibel Bizirik subraya que la entrada de cruceros a Pasaia y la habilitación de tres dársenas deportivas «está demostrando que estos usos son compatibles con la actividad comercial y las potencialidades de funcionar como un puerto mixto, sin necesidad del puerto exterior».

Este colectivo acusa al presidente de la Autoridad Portuaria, Lucio Hernando, de «señalar interesadamente que con el puerto exterior se impulsará este tipo de tráfico», pese a saber que el Plan Director lo asigna al puerto interior, en el que se prevé la construcción de una estación marítima, para uno o dos barcos, precisamente en el lugar utilizado por el Azamara Journey, que atracó el miércoles, y el Adonia, que lo hará mañana a las 17.00 horas.