Los observadores hacen las maletas y Occidente torpedea a la diplomacia
Las potencias occidentales, que han dejado morir a la agónica misión de observación de la ONU, parecen haber cruzado una línea y se niegan a secundar los intentos de Rusia, e incluso de Egipto, de buscar una salida implicando a las potencias de la región, incluida Irán.
GARA |
Un día después de que Occidente, bajo presidencia francesa, impusiera en el Consejo de Seguridad de la ONU la no renovación de la misión de observación de la ONU en Siria, Rusia se vio forzada a suspender la reunión a nivel de embajadores del Grupo de Acción para Siria que había convocado ayer en la sede de Naciones Unidas en Nueva York para pedir el cese de la violencia en el país árabe.
Fuentes diplomáticas informaron de que EEUU, Gran Bretaña y Estado francés habían comunicado a Rusia que no tenían ninguna intención de participar en la iniciativa, a la que sí se habían comprometido a asistir tanto China como un representante de la ONU.
Pese al boicot, Moscú lanzó un llamamiento para que los grandes potencias lancen, junto con Arabia Saudí e Irán, un llamamiento conjunto para que tanto el régimen como los rebeldes armados pongan fin a sus enfrentamientos con el establecimiento de un alto el fuego. Beijing hizo una apelación similar la víspera.
El Kremlin insiste y espera la llegada hoy a Moscú del viceprimer ministro sirio y encargado de Economía, Qadri Jamil.
Propuesta egipcia
En la misma línea, Irán mostró su apoyo a la propuesta del presidente egipcio, Mohamed Morsi, para crear un grupo de contacto entre el propio Egipto, Irán, Arabia Saudí y Turquía para intentar poner en vías de arreglo la cuestión siria pero en el marco de una solución global de la crisis en la región.
Todo apunta, sin embargo, a que Occidente habría decidido abandonar la vía diplomática. Algunos analistas sitúan en este contexto y en el cambio de paradigma la decisión de la ONU de iniciar la imputación por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra a los responsables del régimen.
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, declaró ayer mismo que «el régimen sirio debe ser destruido y rápidamente». El jefe de la diplomacia gala hizo estas declaraciones tras visitar varios campos de refugiados sirios en los países vecinos.
«Tras haber oído los desoladores testimonios de estas personas (...) cuando oyes eso, y soy consciente de la dureza de lo que voy a decir: Bashar al-Assad no merecería estar en la Tierra», señaló Fabius.
El responsable diplomático francés no contestó a las demandas de que París suministre armas a los rebeldes, pero señaló que «no se puede permitir que Bashar Al-Assad, aunque esté perdiendo terreno, continúe con sus crímenes».
La oposición informó de combates en torno al aeropuerto internacional de Damasco, de bombardeos en la ciudad de Alepo y de manifestaciones masivas contra el régimen en Deraa.