Un proyecto científico nos acerca al hábitat de los tiburones blancos
Steven Spielberg fue el causante de legarnos el miedo que sentimos al otear una aleta que emerge del mar. Un ambicioso proyecto científico relacionado con el seguimiento de especies marinas permite a cualquier usuario hacer un seguimiento de los tiburones del Pacífico.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
Gracias a la app «Shark Net» -una aplicación para iPhone desarrollada en el contexto de un ambicioso proyecto de seguimiento de especies marinas-, cualquier usuario puede hacer un seguimiento en tiempo real de los tiburones blancos que habitan en el Pacífico. Tal y como ha señalado una de las principales impulsoras de este proyecto científico, la profesora de Ciencias Marinas de la Universidad de Stanford (California) Barbara Block, «es como tener un tiburón en tu bolsillo todo el tiempo», además del app «Shark Net», el uso de tablas de surf robóticas para patrullar el Pacífico. Brock ha explicado que el proyecto se inició como parte del Censo de la Vida Marina (CVM), un ambicioso programa en el que participaron miles de científicos de todo el mundo entre 2000 y 2010 para catalogar la vida que existe en los mares del planeta. Brock es la responsable del proyecto «Tagging of Pacific Predators», cuyo objetivo ha sido colocar marcadores acústicos a los grandes depredadores del Pacífico, como tiburones, para seguir sus movimientos gracias a sensores colocados en boyas.
El proyecto de CVM permitió descubrir a los investigadores la existencia de «puntos de encuentro» en el Pacífico, frente a las costas de Canadá y Estados Unidos, donde se concentran múltiples especies, desde tiburones blancos hasta ballenas, pasando por atunes o albatros.
Brock y su equipo descubrieron que los tiburones blancos «tienen el instinto de volver a su lugar de origen tan aguzado como el de los salmones», que regresan con precisión a los ríos en que fueron desovados tras recorrer miles de kilómetros en el mar. «No importa que los tiburones blancos viajen grandes distancias en el océano; tras recorrer miles de kilómetros siempre encuentran el camino de vuelta a esos puntos de encuentro», explicó Brock.
Con la ayuda de la empresa Liquid Robotics, Brock ha diseminado a lo largo del Pacífico unas tablas de surf controladas a distancia, cuyo objetivo es recoger las señales de los marcadores acústicos instalados a los tiburones. Estas tablas están provistas de paneles solares y aprovechan la energía de las olas para generar electricidad y transmitir por satélite la posición de los animales.