Las programaciones de los canales que nos aburren también están condicionadas por la situación económica global. El sector audiovisual y todas las empresas que lo complementan están pasando por situaciones de tesorería muy graves. El que se vayan cerrando, anulando, adelgazando o derribando entes de las comunidades autónomas no hace más que abundar en una situación que puede volverse en pocos meses insostenible. El tapar los agujeros no hace nada más que atrasar el desenlace, pero tal como está el mercado publicitario por un lado, la economía general por otro, nos vamos a conocer ciertos documentales y algunas series de memoria.

Estas repeticiones actuales, no son solamente fruto de una estrategia veraniega, sino de un colapso económico. Algunos canales multinacionales siguen proponiendo nuevas series y documentales con doblajes renovados o recién hechos, pero hay entes y empresas que no han pagado las entregas anteriores y las nuevas están sin entregar o sin hacer, porque no pueden las empresas adelantar más. Todo el sistema está al borde del cierre. Y todo contribuye a que crezca esta sensación de que no existe nada nuevo, que todo está visto, que las películas ya las hemos visto una docena de veces y que casi ni los noticiarios son frescos y del día. Y si lo son, huelen que apestan.

Aunque parezca mentira, ayer día dieciocho de agosto de 2012, empezó la Liga que acabará en mayo del 2013. Y ha empezado sin huelga empresarial ni huelga de trabajadores y con el conflicto entre televisiones y clubes aparcado, y la guerra televisiva ente las dos tenedoras de los derechos en armisticio para salvar el culo ambas. Las amenazas de unos y otros se han visto condicionadas por la situación real. El miedo inoculado en todos los estamentos de la sociedad hace que se haya rebajado demasiado la exigencia de cumplimiento de lo pactado. Es una vieja táctica capitalista, y se traga con todo, porque parece que si no se renuncia a algo, se puede uno quedar sin nada. La novedad es que todo el fútbol será de pago, que el lunes existirá un partido en abierto, pero que nunca serán Madrid o Barça. O sea, que empieza una nueva era.