Aste Nagusia de Bilbo
Nunca te fíes ni de tu sombra
Aimar tiró de orgullo y clase tras sufrir una dislocación en un dedo para levantar un partido muy complicado.
OLAIZOLA II-BEGINO 22
XALA-ZUBIETA 18
Imanol CARRILLO
Da lo mismo si comienzas el encuentro con 0-6 de parcial en contra; si en el 0-4 te dislocas el dedo meñique de tu mano derecha; o si tu compañero en la zaga no tiene el mejor día. Si algún pelotari tiene alguno de estos problemas, puede llamar perfectamente a Aimar Olaizola, que ayer tiró de orgullo y clase para levantar un encuentro que se les puso muy en contra a los colorados desde el inicio.
Frente a frente se medían dos duplas que años atrás llegaron a conquistar el Parejas oficial. Olaizola II-Begino (lo ganaron en 2011) y Xala-Zubieta (en 2010) prometían un duelo intenso y lleno de atractivo. Sin embargo, un vendaval de color azul puso en duda esa tesis inicial, ya que en un abrir y cerrar de ojos el labortano y el navarro se pusieron 0-4 en el marcador.
En ese último tanto, el delantero de Goizueta se dislocó el dedo meñique de su mano derecha cuando se tiró al suelo y se enganchó con la lona de la contracancha, lo que le obligó a retirarse a vestuarios durante un breve período de tiempo. A su vuelta, los azules se ponían 0-6.
En ese momento, todo parecía perdido para los colorados. Un error de Xala al enviar la pelota a la chapa daba una pequeña esperanza a los navarros, aunque las diferencias se mantenían tanto arriba tanto abajo (la mayor renta del partido fue de siete tantos a favor de la dupla azul, que se produjo en el 5-12).
Remontada espectacular
Ahora sí que todo parecía perdido por completo, incluso seguramente el tanteo en caso de tener que recurrir a él en los próximos partidos para acceder a la final del torneo bilbaino. Pero, como por arte de magia, o suerte, los colorados comenzaron a remontar el vuelo.
El recital de Olaizola II se puso en marcha, ¡y vaya cómo! El delantero goizuetarra se echó el peso del encuentro a sus espaldas, haciendo olvidar por completo al público del Bizkaia el dolor sufrido en su dedo.
Mientras Aimar iba hacia arriba, parecía que Xala se venía abajo. Y es que el labortano terminó el encuentro mermado físicamente. Ello llevó a la pareja colorada a lograr el primer empate del partido (15-15) y a voltear después el luminoso.
Pero, como no te puede fiar ni de tu propia sombra, Begino cometió varios errores inoportunos, por lo que Olaizola tuvo que lidiar incluso con este factor, dar lo mejor de sí y lograr el primer punto de este torneo.