Policía y manifestantes se enfrentaron ayer en Bahrein después de que la tensión y la violencia volviera a las calles en las últimas horas tras el funeral por el joven Husam al-Hadad, de 16 años, que murió el viernes por disparos de la policía.

Durante el funeral, en Muharraq, se corearon consignas contra el rey Hamad bin Isa al-Jalifa y el Gobierno.

Las autoridades acusaron a Al-Hadad de formar parte de un grupo que perpetró un «ataque terrorista» con cócteles molotov contra un coche de Policía, «forzando» a los agentes a responder para «defenderse» y proteger a los «viandantes inocentes».

Activistas y familiares denunciaron que varios civiles agredieron al joven tras resultar herido e impidieron su traslado a un centro médico.

Inmediatamente después de confirmarse la muerte de Al-Hadad, estallaron choques con la Policía, que continúan ayer en varias localidades.