Al menos catorce policías y un kamikaze murieron ayer en un ataque suicida en la república norcaucásica de Ingushetia y otro más falleció en un tiroteo en una mezquita en la vecina república de Daguestán, dos ataques que evidencian el incremento de la violencia en la región coincidiendo con el final del Ramadán.

Ayer por la mañana un kamikaze se inmoló durante el funeral que se estaba oficiando en una casa de Malgobek por un agente muerto a tiros la víspera, informó Europa Press.

Esa misma noche, dos hombres enmascarados abrieron fuego con sus armas automáticas contra los fieles reunidos en una mezquita chií de Jasaviurt, en la vecina república de Daguestán, matando a un policía e hiriendo a otras siete personas.