El accidente se produjo el jueves escasos minutos antes de la medianoche. Según explicaron sus allegados, los fallecidos estaban viendo el partido de la ida de la Supercopa entre el Barcelona y el Real Madrid en una bajera del barrio de la Virgen de la Cabeza de Tutera. Se les antojó un refresco o una golosina y, debido a lo avanzado de la noche, optaron por acudir a una gasolinera. Lo único que estaba abierto a esas horas.

Cogieron el coche, un Citroën Xantia azul, y tomaron una carretera asfaltada, amplia, con un carril en cada sentido, que parte de las inmediaciones del puente del río Ebro y discurre paralela a la acequia Molinar, en la Mejana. En un tramo recto, sin peligro aparente, el vehículo se salió de la calzada y se precipitó en la acequia. El coche quedó boca abajo. Al otro lado de la acequia hay una pista forestal cuyo trazado va paralelo al agua, pero los fallecidos circulaban por una carretera asfaltada y con varios metros de separación respecto al canal.

Apenas unos metros antes hay unos árboles que hubieran impedido que el coche se precipitase al agua, pero desgraciamente en la zona en la que se produjo el accidente no hay más que unos matorrales.

Desde la carretera, ayer aún podía verse la rodada que dejó el vehículo. Mostraba cómo el coche se salió de la calzada y enfiló directamente hacia la acequia a la que se precipitó con tan trágico resultado.

Unos jóvenes que salían de un huerto y vieron el siniestro en directo avisaron inmediatamente a SOS Navarra, que comunicó con la Policía Municipal de Tutera. El siniestro se registró a apenas un kilómetro de la comisaría y los agentes respondieron sin demora, llegando incluso a meterse en el agua para tratar de socorrer a los accidentados. Fue imposible debido a la manera en la que quedó el coche. El fango que se acumula en el fondo de la acequia impidió que cualquier maniobra de ayuda a los accidentados diese resultados positivos.

Asistencia inmediata

«La respuesta fue inmediata. Si no hubiera sido por esa llamada, seguramente no se habría descubierto el vehículo hasta que a la mañana siguiente pasase alguien por la zona paseando al perro», explicó Guillermo Notivoli, responsable temporal de la Policía Municipal de Tutera.

Fue necesaria la presencia de efectivos de la Agencia Navarra de Emergencia (ANE) para que los cuerpos de los tres menores pudieran ser rescatados por los buzos de los bomberos. El conductor no pudo ser sacado de la acequia hasta que llegó al lugar de los hechos una grúa.

El conductor se llamaba Mikel Navarro y tenía 22 años. De los tres menores, dos eran hermanos. El mayor de ellos, tenía 13 años y había nacido en Marruecos. El menor, de 10, era natural de Tutera. El tercer menor, de 12 años, también nació en la capital ribera.

Según destacó el alcalde de Tutera, Luis Casado, todos ellos eran hijos de familias muy conocidas en la ciudad, por lo que los vecinos estaban realmente consternados.

«Es trágico, tremendo, un trastorno total», señaló Casado, que explicó que el Ayuntamiento de Tutera declaró tres días de duelo oficial como muestra de solidaridad hacia las familias afectadas, así como para expresar «el dolor y consternación por las víctimas del fatídico accidente de tráfico».

Muy conocidos en la ciudad

En el bar Isidro, situado a escasos metros del Ayuntamiento de Tutera, la camarera comentaba con una clienta que la madre de uno de los fallecidos estuvo años trabajando en el establecimiento.

«Somos una ciudad pequeña, de unos 30.000 habitantes, y todos nos conocemos», destacaba el alcalde para ilustrar la conmoción que vivía Tutera.

El dramatismo del suceso se vio acrecentado por el hecho de que la madre de los dos hermanos fallecidos se encontraba en Marruecos. Tuvo que emprender precipitadamente viaje de regreso a Tutera en coche.

Los cuerpos de los cuatro fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Iruñea para que se les practicara la autopsia. Los funerales por el conductor y el menor de 12 años tendrán lugar hoy, por separado, en Tutera, mientras que los cuerpos de los dos hermanos serán trasladados a Marruecos para recibir sepultura.

El tanatario Martínez colocó ayer por la mañana en las calles de Tutera esquelas de los dos fallecidos. Numerosos vecinos se agrupaban en torno a ellos y comentaban lo sucedido.

Una zona no problemática

Asimismo, numerosos ciudadanos se acercaban al paraje en el que se produjo el accidente. Todos se preguntaban cómo había sido posible. Subrayaban que la carretera en la que se registró el siniestro no tiene mucho tráfico, ya que es de uso casi exclusivo de los agricultores que tienen huertos en la zona de la Mejana. Anteriormente, daba acceso a una fábrica química, pero cerró. El asfalto acaba un poco más adelante de dónde se produjo el accidente.

Casado destacó que este paraje no es en absoluto un punto negro. «Nunca ha habido un accidente en este lugar. Al menos desde que estoy en el Ayuntamiento», señaló. Casado es alcalde de Tutera desde 2003.

Se da la circunstancia de que la acequia Molinar se vació el jueves por la mañana, una práctica bastante habitual. Para la noche, cuando se registró el accidente, en cambio, ya tenía más de un metro de profundidad. Lo suficiente para cubrir en su práctica totalidad el vehículo. Únicamente las ruedas estaban visibles cuando llegaron los municipales.

La Policía Foral se hizo cargo del atestado del accidente, aunque no informa por ahora del resultado de su investigación.