Atentado en un funeral de seguidores del régimen drusos y cristianos
El funeral de dos fieles a Al-Assad en una localidad drusa y cristiana cerca de Damasco se tiñó de sangre al explotar un coche bomba. Mientras siguen los enfrentamientos y se agrava la crisis humanitaria, voces desde el régimen claman por que las dos partes paren la matanza.
GARA | DAMASCO
Un coche bomba explotó al paso de una comitiva funeraria en el entierro de dos partidarios del régimen en una localidad al sudeste de Damasco poblada mayoritariamente por cristianos y drusos.
La televisión pública informó de la muerte de 12 personas y cifró en 48 los heridos en el atentado, registrado en las puertas del cementerio druso de la localidad de Jaramana. Testigos elevaron a 150 el balance de heridos y narraron que vieron cuerpos totalmente carbonizados, incluidos varios niños.
El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ofreció un balance de siete muertos y 46 heridos. Su portavoz, Rami Abdel Rahmane, insistió en que la localidad es fiel al régimen de Bashar al-Assad y que las dos personas cuyos funerales se celebraban murieron en atentados la víspera.
No lejos de allí, en el cinturón oriental de la periferia de Damasco, seguían los enfrentamientos entre el Ejército y los reductos rebeldes armados. Estos últimos denunciaron ataques artilleros desde helicópteros. Paralelamente, el OSDH denunció duros bombardeos en Alepo. El régimen anunció haber matado a «decenas de terroristas» y haber «limpiado» muchos barrios.
Militantes opositores denunciaron la muerte de 13 civiles en un bombardeo en la aldea de Kafar Nabel en Idleb (norte). El OSDH ofreció un balance diario de 37 muertos, 22 civiles, 112 rebeldes y cuatro soldados.
Turquía ha lanzado un SOS advirtiendo de que se niega a recibir a más refugiados (tiene ya 90.000). Jordania (214.000) ha anunciado que abrirá un nuevo campo de refugiados con la ayuda económica de los Emiratos Árabes Unidos.
Siete sirios, entre ellos dos menores, murieron hace dos semanas al naufragar la embarcación en la que huían en las costas de Chipre. Dos fueron rescatados exhaustos. El ACNUR ha mostrado su inquietud por que casos similares se repitan.