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Morsi arremete contra Siria en la primera visita de un presidente egipcio a Irán

En una visita histórica a Teherán por la cumbre de los Países No Alineados, el presidente egipcio denunció sin ambages al régimen sirio. Gesto y posición de principios que, pese a su aparente contradicción, revelan el reposicionamiento del «nuevo Egipto» en la arena internacional.

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GARA | TEHERÁN

El presidente egipcio, Mohamed Morsi, denunció al «régimen opresor sirio que ha perdido toda su legitimidad» en su discurso de apertura de la cumbre de Países No Alineados en Teherán.

«La revolución en Egipto fue uno de los pilares de la Primavera Árabe. Comenzó unos días después que en Túnez, fue seguida por Libia y Yemen y hoy por la revolución en Siria», señaló, para insistir en que «nuestra solidaridad en la lucha que llevan adelante los sirios (...) es un deber moral y una necesidad política y estratégica», señaló el presidente islamista.

Primer mandatario civil elegido por sufragio universal, Morsi es el primer jefe de Estado egipcio en visitar la República Islámica de Irán tras la ruptura diplomática en respuesta a los acuerdos de paz entre Israel y el Egipto de Anuar al-Sadat.

Con todo, y en el marco del pragmatismo que caracteriza a los Hermanos Musulmanes egipcios, Morsi decidió permanecer solo unas horas en Teherán, las justas para dar su discurso, pasar a Irán el testigo de la presidencia de los No Alineados y mantener un rápido encuentro con su homólogo iraní, Mahmud Ahmedineyad.

El «nuevo Egipto» busca reposicionarse en la arena internacional y configurarse como una potencia autónoma, aunque no necesariamente adscrita a uno u tro de los grandes bloques geoestratégicos aunque sí decidida a marcar su propio campo.

El viceministro iraní de Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, señaló en este sentido que Ahmedineyad y Morsi hablaron sobre la restauración de las relaciones bilaterales y sobre «la necesidad de arreglar la crisis siria por la vía diplomática y de impedir cualquier tipo de intervención extranjera».

El propio Morsi ha propuesto la mediación en la crisis de las cuatro principales potencias regionales -excluyendo a Israel-. Y es que la cuestión del pueblo palestino -al que dedicó parte de su discurso- es una línea roja en la que los islamistas egipcios no parecen dispuestos a ceder-. Como tampoco lo es la legitimidad que otorgan a las revueltas árabes, incluida la siria.

En el transcurso de la intervención del presidente egipcio, la delegación siria, presidida por el ministro de Exteriores Walid Muallem, abandonó la sala en protesta «por la injerencia en los asuntos internos sirios (...) y por su incitación a que prosiga el baño de sangre en Siria».

Este último no parecía necesitarlo. La oposición informó de combates en Damasco y en Deir Ezzor (este), donde los rebeldes armados habrían atacado el cuartel general del Ejército.

Mig derribado

Los rebeldes aseguraron haber derribado un MiG del Ejército cuando despegaba del aeropuerto de Abu el-Zuhur, en Idleb (noroeste). Los dos pilotos fueron capturados tras lanzarse en paracaídas y los rebeldes aseguraron haber dañado otros 11 aviones militares.

El ayatollah Jamenei acusa a Occidente y Ban Ki-moon replica

El guía supremo de la República Islámica de Irán, ayatollah Ali Jamenei, arremetió contra el Consejo de Seguridad de la ONU en su intervención ante la cumbre. «Esa estructura irracional, injusta y totalmente democrática es controlada por la dictadura de varios países occidentales», recordó al denunciar que esa «dictadura manifiesta» del Consejo ha condenado a Teherán seis veces y le ha impuesto otras tantos paquetes de sanciones por su controvertido programa nuclear.

Jamenei reiteró que Irán «nunca» se dotará de arsenal nuclear, aunque advirtió de que Teherán «tampoco renunciará jamás al derecho del pueblo iraní a utilizar la energía nuclear con fines pacíficos».

El líder supremo ofreció su discurso en presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien ha eludido las críticas de EEUU e Israel por asistir a la cumbre reivindicando el interés en plantear a Irán «las inquietudes de la comunidad internacional» en sus previstos encuentros bilaterales.

Pese a ello, Ban Ki-moon aprovechó su turno, minutos más tarde, para instar a Teherán a «someterse totalmente» a las exigencias del Consejo de Seguridad, Fue más allá y denunció la «retórica racista» de Jamenei y Ahmedineyad al acusarles de negar el Holocausto.

Todo ello en el marco de una cumbre que podría aprobar hoy una resolución de condena de las sanciones económicas, presiones políticas y acciones militares contra los miembros de la organización de Países No Alineados.

La Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) denunció ayer en un nuevo informe que Irán sigue con su programa nuclear. GARA

8.000 bajas

El hospital militar Techrine de Damasco cifra en 8.000 los miembros de las fuerzas de seguridad sirias muertos desde el inicio de la crisis. El miércoles recibieron 47 cadáveres pero la media llegó al centenar diario durante el asalto rebelde a Damasco los últimos días de julio.

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