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KRONIKA

Cambia el calendario, no la movilización por los presos

Setiembre arranca tal y como discurrió agosto, con la demanda por los presos enfermos a pie de calle y en primera línea informativa. La concesión de la libertad condicional a Iosu Uribetxebarria, que aún no se ha hecho efectiva, no ha hecho pasar a segundo plano que existen otras trece personas encarceladas con graves dolencias. El impulso llegaba esta vez de cono- cidos ciudadanos.

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Imanol INTZIARTE

En este contexto, miles de personas marcharon ayer por las calles de Donostia bajo el lema «Gaixo dauden presoen eskubideen alde. A favor de los derechos humanos de los presos enfermos». La movilización había sido convocada por las catorce personas que con anterioridad habían llamado a participar en una marcha de cuatro días desde el Hospital Donostia, donde Uribetxebarria se encuentra ingresado, hasta Arrasate, su localidad natal. Esta iniciativa fue prohibida por el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional española. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) también reclamó que se declarara ilegal la manifestación de ayer en la capital guipuzcoana, pero el juez Javier Gómez Bermúdez rechazó esta solicitud destacando que la orden de liberación de Uribetxebarria modificaba ostensiblemente las circunstancias.

Naroa Iturri (presentadora televisiva), Txaro Arteaga (exdirectora de Emakunde), Nekane Altzelai (exparlamentaria de EA en Gasteiz), Joan Mari Irigoien (escritor), Iñaxio Kortabarria (exfutbolista de la Real Sociedad), Xabier Morras (pintor), Pello Iraizoz (tallista en piedra), Julio Soto (bertsolari), Juan Mari Feliú (montañero), Martxelo Otamendi (director de «Berria»), Andoni Egaña (bertsolari), Peio Dufau (sindicalista), Josu Juaristi (editor de «Zazpika», suplemento dominical de GARA) y Ramón Labaien (exalcalde de Donostia) fueron las catorce personas que impulsaron estas iniciativas.

La mayoría de ellas portó la pancarta que se puso en marcha a la entrada del túnel del Antiguo unos minutos más tarde de la hora prevista, las 17.30. Por detrás, una nutrida representación de la Diputación de Gipuzkoa, encabezada por el diputado general Martin Garitano, y también el alcalde de la capital guipuzcoana, Juan Karlos Izagirre. Entre los cargos electos destacó asimismo la presencia de Maite Aristegi y Xabier Mikel Errekondo, diputados de Amaiur en el Congreso de Madrid.

Garitano, por cierto, mantuvo durante casi todo el recorrido una animada charla con Paulo Agirrebalzategi, el fraile franciscano que protagonizó el pasado miércoles el primer relevo de la «marcha de la silla», siendo identificado por agentes de la Ertzaintza.

También participaron numerosos dirigentes políticos como el secretario general de EA, Pello Urizar, los representantes de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria Joseba Permach, Joseba Álvarez y Tasio Erkizia, los dirigentes de Aralar Dani Maeztu, Rebeka Ubera o Ainhoa Beola, o el representante de Alternatiba Xabi Soto, entre otros.

El PNV y la dispersión

Antes de partir, en nombre d ela izquierda abertzale Joseba Permach se dirigió a los medios para subrayar que la movilización será necesaria para modificar la política carcelaria.

Tuvo también palabras para el dirigente del PNV Iñigo Urkullu, quien afirmó la víspera que «la izquierda abertzale tiene pendiente mirar de frente a la sociedad vasca» tras «haber vivido 35 años en una burbuja». Permach devolvió la apelación instando a los jelkides a «hacer autocrítica» por «la responsabilidad que han tenido históricamente en la aplicación de la dispersión, en su día con el PSOE y posteriormente defendiendo y apoyando la política penitenciaria del PP». Añadió que durante este mes de agosto «se han vivido situaciones dramáticas -en referencia al caso de Iosu Uribetxebarria- y el PNV no ha hecho absolutamente nada».

También realizó declaraciones el vicecoordinador de Aralar, Dani Maeztu, quien denunció que «ha quedado muy claro que el Gobierno español tiene un problema a la hora de hacer cumplir su propia normativa y las declaraciones internacionales respecto a los derechos humanos».

Una pancarta y en silencio

La movilización, precedida por una furgoneta de la Ertzaintza, atravesó el túnel y enfiló el paseo de La Concha, en el que eran muchas las personas que aguardaban para incorporarse. Transcurrió en completo silencio, sin más pancartas que la principal y sin carteles. La cabecera tardó cerca de hora y media en alcanzar el kiosko del Boulevard, donde fueron recibidos por el sonido de un cuerno y los repiques de una txalaparta.

El bertsolari Igor Elortza cantó la bienvenida y a continuación un grupo de seis dantzaris bailó una versión del tema ``Martxa baten lehen notak'', de Mikel Laboa. El cantante Rafa Rueda, acompañado por su guitarra, cerró los prolegómenos con la canción ``Ez al dakizu''.

El manifiesto final fue leído por Naroa Iturri y Juan Mari Feliú, en nombre de los convocantes. En él se subraya que «la sociedad vasca se encuentra ante la oportunidad histórica de superar el sufrimiento, la conculcación de derechos y la falta de entendimiento en la que ha estado envuelta durante décadas».

«La mayoría de las personas de esta sociedad desea un futuro que abra las puertas a la paz, la solución y la normalización. Este nuevo tiempo requiere del trabajo en común entre diferentes, para poder construir así una nueva era basada en el respeto a los derechos humanos de todas las personas, y cuya principal protagonista sea la sociedad vasca», continuaron.

En este marco, la actual política penitenciaria supone «un obstáculo evidente», ya que «se encuentra anclada en claves alejadas de la justicia y del respeto a los derechos humanos. Además de ello, acarrea sufrimiento y dolor para una parte considerable de esta sociedad».

«La dispersión, la aplicación de la doctrina 197/2006 -también conocida como doctrina Parot- o la no liberación de las y los presos enfermos son medidas rechazadas por muchísima gente, así como por decenas de agentes que trabajan por los derechos humanos en todo el mundo, e incluso por el propio Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo», añadieron.

«Retorno al pasado»

Cabe recordar que a principios del pasado julio este tribunal europeo decretó que la «doctrina Parot», por la cual decenas y decenas de prisioneros han visto alargadas sus condenas, no cumple con los parámetros de legalidad por aplicarse de manera retroactiva. El auto hacía referencia a una demanda presentada por la tafallesa Inés del Río, que debió quedar en libertad el 2 de julio de 2008 pero cuya pena se vio prolongada hasta el año 2017. Madrid anunció que recurrirá esta sentencia.

No obstante, el manifiesto hace especial hincapié en la situación de las personas enfermas, que «requieren ser tratadas de manera especial, algo que resulta incompatible con una vida en prisión».

Los firmantes estiman que el caso Uribetxebarria ha supuesto «un retorno al pasado. Tanto por derecho como por ley Iosu debió ser liberado hace tiempo, pero su situación ha sido cruelmente alargada por razones totalemente alejadas del respeto a los derechos humanos». Por ello, reclaman un cambio en la política penitenciaria y exigen la liberación de los 14 presos con enfermedades graves.

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