El curso comienza en Nafarroa con protestas por los recortes
Los alumnos de Berriozar no tienen bus escolar y se ven obligados a realizar diariamente un peligroso trayecto; los de Cascante tienen un colegio lleno de deficiencias que nadie arregla. Son dos de los casos que en Nafarroa evidencian las consecuencias de los recortes en Educación, ante cuya sede los que los sindicatos volvieron a movilizarse ayer.
Martxelo DÍAZ |
Cientos de niños comenzaron ayer el curso en el colegio público de Berriozar pero, a diferencia de lo que ha ocurrido en las últimas décadas, en esta ocasión no pudieron ir a clase en autobús. Son las últimas, de momento, víctimas de los recortes antisociales en Educación aplicados por el Gobierno de UPN. Para protestar por su situación, acudieron desde la plaza de Donantes de Navarra hasta el centro educativo en kalejira ruidosa
Como su nombre indica, Mendialdea se encuentra lejos del núcleo urbano de Berriozar. «Es el único centro en Navarra que para llegar a él exige cruzar una carretera nacional y una vía de tren para llegar desde Berriozar, atravesar una pista que accede al cuartel de los militares con tráfico de vehículos de todo tipo, seguir un camino sin aceras ni arcenes y pasar delante de las cocheras de una empresa de autobuses y una fábrica harinera con maniobras constantes de grandes camiones sin una buena visibilidad», explica la apyma de Mendialdea II, la línea en euskara, que es la que sufre el recorte.
El Gobierno navarro comunicó a la apyma mediante correo electrónico que se suspendía el transporte escolar para todos los alumnos que viven a menos de tres kilómetros del centro. La «propuesta» de Educación es que la madres y padres organicen el transporte que, llegado el caso, se subvencionará a posteriori. La línea de castellano ha aceptado esta «solución», por lo que los padres y madres tendrán que pagar una tasa por el transporte en una localidad que sufre duramente las consecuencias de la crisis.
Ayer comenzaba el curso y padres, madres y alumnos se dieron cita en la plaza de Donantes de Navarra, en el centro urbano de Berriozar, para acudir juntos a Mendialdea. La hilera que formaban impresionaba. Nada más cruzar la avenida de Gipuzkoa, la carretera vieja que cruza Berriozar, se produce el primer atasco en el paso de cebra. Muchos conductores apoyan la protesta con sus bocinas.
La escena se repite en el paso de cebra situado junto al puente que salva las vías del tren. Decenas de vehículos, entre ellos los autobuses de la línea de castellano, se ven obligados a parar. La apyma avisa de que el colapso de tráfico se repetirá a diario. Algunos padres llevarán a sus hijos andando, pero muchos optarán por coger el coche, especialmente en invierno. El colapso está asegurado.
Los alumnos de Cascante, por su parte, no acudirán hoy a clase, según anunció ayer en Radio Tudela la edil de Educación de la localidad ribera, Susana Pérez. Protestarán por las deficiencias que tiene el centro educativo, como cuadros eléctricos sin aislar al alcance de los alumnos o escalones peligrosos que impiden cumplir las normas de accesibilidad. Pese a ello, Educación ha autorizado la apertura del centro y no tiene fecha para acometer las obras.
La presidenta de la apyma, María Eugenia Sanz, señalaba en un diario local que «aunque nadie nos dice nada, estamos convencidos de que el nuevo centro está paralizado por los recortes del Gobierno».
Barcina: «Libertad de elección»
Mientras las protestas se suceden en la enseñanza pública, Yolanda Barcina, tras inaugurar una tienda de ropa en Cordovilla, defendía la continuidad de las ayudas a centros del Opus que segregan al alumnado por sexo. «Navarra tiene unos de los mejores ratios de calidad en sus colegios públicos y concertados. Son los padres, y no la Administración, quienes tienen que decidir en igualdad de oportunidades dónde educar a los hijos», señaló la presidenta del Gobierno.
«El objetivo es que el quiera pueda enviar a sus hijos a una ikastola o un colegio de otro tipo», añadió Barcina, que defendió, siguiendo las tesis más derechistas, el cheque educativo «para que cada ciudadano elija dónde educar a su hijo, pero siempre con libertad».
«Es el sistema que se ha venido aplicando hasta ahora en Navarra. ¿Por qué cambiar algo que funciona bien?», preguntó.
Los alumnos que iban a clase en Arazuri se encontraron con más de 60 soldados españoles que marchaban armados en dos filas por el centro de la localidad. Ni el Concejo ni el Ayuntamiento de Cendea de Oltza sabían nada de las maniobras.
Coincidiendo con los horarios de inicio de clase se realizaron concentraciones en distintos centros para denunciar que los recortes del Gobierno navarro suponen la eliminación de 300 puestos de trabajo en Educación. Asimismo, alertaron de que se producirán nuevos recortes, comenzando por la eliminación de la paga extra de diciembre
Las protestas estaban convocadas por LAB, STEE-Eilas, CCOO, Afapna, CSIF, ANPE, ELA, UGT, Herrikoa, Sortzen-Ikasbatuz, Asamblea de la UPNA, Eraldatu e Ikasle Abertzaleak. Al mediodía, se concentraron ante la sede del Departamento de Educación, en Iruñea.
«Por mucho que se empeñen el señor consejero [José Iribas] y el resto del Gobierno, este curso no va ser normal, ya que nuestro hacer de cada día no va a ser el que debiera», señalaron los convocantes.
Iribas comentó previamente que deseaba que «no hubiera conflictividad». «Pero no por mí -puntualizó-, sino por el alumnado, que se merece un inicio de curso normal». GARA