Apoyo internacional al proceso de diálogo entre las FARC y el Gobierno
La confirmación tanto del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, como de las FARC del inicio de una mesa de negociaciones, primero en Noruega y luego en Cuba, fue respaldada por la comunidad internacional, especialmente, por países de Latinoamérica y EEUU, cuyo presidente, Barack Obama, saludó este incipiente proceso. Los gobiernos noruego y cubano, que ejercerán de garantes, felicitaron a ambas partes por intentar cerrar cinco décadas de conflicto.
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Primero fue el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en una comparecencia oficial en el Palacio Nariño, en Bogotá. Una hora después, una delegación de seis dirigentes de las FARC confirmó en el Palacio de Convenciones de La Habana el inicio de las negociaciones con el Gobierno, que arrancarán en la primera quincena de octubre en Noruega. Vestidos de civil, exhibieron un vídeo de casi 20 minutos en el que el líder de la guerrilla «Timoleón Jiménez» afirmó que no se «levantarán de la mesa hasta no lograr la paz».
La comunidad internacional y, en especial, los gobiernos involucrados, saludaron la noticia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Noruega, país que junto a Cuba ejercerá de garante del proceso, felicitó a ambas partes por «comenzar un diálogo que puede acabar con el largo conflicto armado en Colombia». «Se requiere valor para buscar la paz», resaltó Jonas Gahr Stoere,. Advirtió que tanto el Gobierno colombiano como las FARC «afrontan grandes retos en la fase en la que ahora se adentran».
En cuanto al rol de su país, señaló que ha consistido en ayudar a que existiese «un marco bueno y seguro para las conversaciones y a crear confianza entre las partes». «Hemos asumido el papel de organizador por deseo de ambas partes. Esperamos con ilusión a reunirnos con las partes en Oslo», subrayó.
El embajador cubano en Bogotá, Jorge Iván Mora, confirmó que La Habana «ha hecho esfuerzos discretos y constructivos para ayudar en la búsqueda de una solución negociada sin influir en lo mas mínimo en sus respectivas posiciones», además de «servir de garante» junto a Oslo y Caracas para el traslado de los representantes de la FARC a la isla para hablar con los delegados del Gobierno colombiano.
El Ejecutivo de Chile, que hará labores de acompañamiento con Venezuela, incidió en que «hará todo lo que esté a su alcance para que el proceso culmine con éxito». Anunció que el embajador especial Milenko Skoknic será el enviado especial a dichas conversaciones.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se sumó a las felicitaciones. Consideró que tales negociaciones «ofrecen la promesa de poner fin a un conflicto de 50 años con las FARC, para así permitir que todos los colombianos vivan en mayor paz, seguridad, y prosperidad».
Para la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, «el éxito de las negociaciones traerá grandes beneficios al pueblo colombiano y consolidará la imagen de una América del Sur que hace grandes transformaciones».
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, respaldó «la agenda realista enunciada por el presidente Santos».
Desde la UE, la jefa de la diplomacia Catherine Ashton incidió en que «la violencia debe terminar», aunque únicamente dirigió su mensaje a las FARC, que han anunciado para hoy una nueva comparecencia.
El magnate Rupert Murdoch quiere incluir al expresidente de Colombia Álvaro Uribe en el consejo de administración del grupo de comunicación News Corporation, del que también es parte el expresidente español José María Aznar.
Palestina, Myanmar, Chipre, Filipinas, Aceh, Sudán, Haití o Sri Lanka son algunos de los conflictos en los que Noruega se ha involucrado. El director del Instituto para la Investigación de la Paz de Oslo, Kristian Berg Harpviken, indicó al rotativo colombiano «El Espectador» que Noruega ha tenido participación en 20 procesos de paz en el mundo. «Muchos de los compromisos que tiene no son conocidos públicamente y sigue el conflicto colombiano desde los años 80», destacó. Entre sus éxitos más notables están los acuerdos de paz en Guatemala en 1996 y en Mali, en 1995. El proceso entre el Gobierno de Sri Lanka y los tamiles, así como el Acuerdo de Oslo de 1993 entre israelíes y palestinos, sin embargo, no llegaron a buen término.
Morten Andersen, investigador del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales, resaltó que su «país es visto como neutral y se considera que no está interesado en influir en otras naciones. Normalmente ha sido facilitador, más que mediador».
Es sabido también que Oslo fue sede de las primeras conversaciones entre representantes de ETA y del PSOE durante el año 2005, que desembocaron en el llamado «punto cero» o inicio del proceso de conversaciones oficiales desarrollado en 2006 y 2007 y finalmente frustrado. Ello muestra que las instituciones noruegas también han participado positivamente en la búsqueda a una solución al conflicto vasco. GARA