Abdallah al-Senusi, quien fuera jefe de los servicios de información del régimen de Muamar Gadafi y reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), llegó ayer a Trípoli, extraditado por Mauritania. «Va a ser sometido a exámenes médicos de rutina y el interrogatorio comenzará inmediatamente. Decidiremos a continuación su suerte», indicó el adjunto al fiscal general libio, Taha Baara, poco después de su entrega.

«Su extradición se llevó a cabo después de la decisión de los tribunales mauritanos y fue aprobada por el presidente mauritano, Mohamed Uld Abdel Aziz», agregó.

«Se han respetado todos los procedimientos judiciales relacionadas con su extradición y las las garantías dadas por el gobierno libio», aseguró un funcionario mauritano.

El TPI, que ha emitido una orden de detención contra Senusi, dijo no tener información sobre esta extradición. La orden, emitida el 27 de junio de 2011, le acusa de haber cometido «asesinatos y persecuciones de civiles que constituyen crímenes contra la humanidad» desde el comienzo de la revuelta contra el régimen del coronel Gadafi.

También el Estado francés había emitido una orden de arresto internacional, tras su condena en ausencia a cadena perpetua, por el caso del atentado del 19 de setiembre de 1989 contra el vuelo UTA 772 que costó la vida a 170 personas.

La entrega ha estado precedida de constantes presiones de las autoridades libias sobre las mauritanas. Fuentes oficiales de Mauritania indicaron a France Press que una delegación libia, en la que participaron los ministros de Defensa y Finanzas, así como el jefe de Estado Mayor del Ejército libio se dirigió el pasado martes a Nuakchot, aunque no hubo ninguna comunicación oficial sobre la misma. Es solo la última de una serie de visitas de altos mandatarios libios que se han producido en los últimos meses.

Cuñado de Gadafi, Senusi, de 62 años, formaba parte del círculo más cercano de fieles al al coronel libio. Durante mucho tiempo dirigió los servicios de inteligencia militares, «uno de los órganos de represión más poderosos y eficaces del régimen», según el TPI.

Entró en Mauritania con un pasaporte maliense bajo una falsa identidad y fue detenido a mediados de marzo en el aeropuerto de Nuakchto, cuando llegaba de Marruecos. Fue acusado de «falsificación de documento de viaje» y de entrada ilegal en el país.

Desde entonces Libia ha insistido en su deseo de «recuperarlo. «Ese hombre ha cometido crímenes contra los libios. Debe responder ante la justicia libia», declaró entonces en la capital mauritana el viceprimer ministro libio, Mustafa Bou Shagur.

El presidente mauritano aseguró en agosto que Senusi sería juzgado en Mauritania antes de cualquier decisión sobre su extradición. «Cuando la justicia mauritana termine el caso se tomará una decisión política sobre su extradición», declaró.

Mohamed Uld Abdel Aziz fue uno de los últimos jefes de estado en abogar por una mediación entre Gadafi y los entonces insurgentes.