Rajoy recibe a Merkel con la vista puesta en los planes del BCE para comprar deuda
Dos mesas paralelas marcarán el futuro de la economía del Estado español, abocada cada vez más a un rescate. Por una parte, Rajoy recibe a Merkel en Moncloa, por la otra, el BCE se reúne en Francfort y podría anunciar su intervención en los mercados para aliviar la prima de riesgo.
Alberto PRADILLA |
Jornada clave para el futuro de la economía del Estado español. La posibilidad, ya casi convertida en certeza, de un rescate global estará hoy sobre la mesa en dos reuniones paralelas. Por una parte, el presidente español, Mariano Rajoy, recibe en Madrid a la canciller alemana, Angela Merkel. Por el otro, el Banco Central Europeo (BCE) se reúne en Francfort, donde se espera que anuncie las medidas que está dispuesto a adoptar para intervenir en los mercados y aplacar los graves problemas de financiación que sufren tanto el Estado español como otros socios como Italia. Ambos encuentros estarán interrelacionados. Merkel ha mostrado muchas reticencias, mientras que el Bundesbank se opone radicalmente a esta actuación.
A su vez, el propio Rajoy lleva un mes reiterando que no tomará una decisión sobre el rescate hasta no conocer el programa que le oferta la entidad bancaria dirigida por Mario Draghi. La jornada de hoy marcará un punto de inflexión en un mes marcado por las reuniones bilaterales y que podría tener su punto central en el encuentro del Ecofin previsto para los próximos días 14 y 15 de septiembre en Chipre.
En Moncloa, Rajoy y Merkel tendrán sobre la mesa la posible intervención con dos elementos contrapuestos. Por una parte, el presidente español quiere que su homóloga alemana de un espaldarazo a la política de hachazos sociales impulsada desde el Gobierno del PP y que sigue la doctrina de la austeridad impuesta desde Berlín. También tratará de convencerle de que flexibilice su posición en Bruselas y permita la intervención directa del BCE sobre los mercados, una actuación que vendría también acompañada de condiciones de austeridad impuestas a los estados que lo soliciten.
Anuncio de compra
Según filtró ayer la agencia Bloomberg, el BCE estaría dispuesto a comprar deuda sobre bonos con un plazo máximo de tres años y renunciando a la preferencia de cobro. No obstante, estas mismas fuentes no preveían que la entidad presidida por Draghi diese muchos detalles sobre su programa, por lo que no se conocerán ni las cantidades ni el procedimiento para llevar a cabo las compras.
Eso sí, hay que recordar que desde Europa se ha insistido en que los Estados que soliciten estas intervenciones deberían de recurrir, también, al fondo de rescate. Una opción que, probablemente, capitalizará el almuerzo que mantengan Merkel y Rajoy en Moncloa.
La prima de riesgo del Estado español (diferencial respecto al bono alemán) cerró ayer por debajo de los 500 puntos, concretamente, 493. Una tendencia que animó a la Bolsa, ya que el Ibex subió y se acercó a los 7.500 puntos.
El jefe del Estado francés, François Hollande, volvió ayer a apostar por una intervención del Banco Central Europeo (BCE) que rebaje la presión que pesa sobre la deuda de los países más frágiles de la zona del euro, en el encuentro que mantuvo con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
El mandatario francés, quien estuvo una hora reunido en el Palacio del Elíseo con Van Rompuy, reiteró el discurso que la víspera había mantenido en Roma ante el primer ministro italiano, Mario Monti, que pasa por pedir al BCE una intervención. Hollande recordó que la cumbre europea de junio ya acordó «un dispositivo que permite a los mecanismos europeos de estabilidad y al BCE intervenir» para dar estabilidad financiera a la zona euro, señaló la Presidencia francesa en una nota.
Un día antes en Roma, ante los medios de comunicación, el presidente francés manifestó que el BCE tiene que intervenir porque «hay tipos de interés que son demasiado elevados en algunos países europeos». De esta forma, Hollande se presenta como abanderado de la intervención del BCE que piden, esencialmente, los Estados más afectados por la crisis de la deuda, con Italia y el Estado español a la cabeza.
Aunque se fue sin decir ni una sola palabra, Van Rompuy debió de escuchar en el Elíseo un discurso muy diferente del que la víspera oyó en la Cancillería alemana, donde se reunió a puerta cerrada con Angela Merkel, encuentro de cuyos resultados no trascendió la más mínima información. GARA
La visita de Merkel será respondida en Madrid por diversos organismos sociales, que han convocado una protesta contra el pago de la deuda que tendrá lugar a las 19.00 horas frente a la sede de la Unión Europea