El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, visitó ayer sin previo aviso el cuartel del instituto armado en Altsasu para reunirse con los agentes allí destinados y «manifestarles su apoyo y el de toda la institución por la labor que desempeñan a diario», según informó el Ministerio del Interior español.

Con su visita sorpresa, Fernández de Mesa quería animar a los guardias civiles después de que el pasado sábado el Ayuntamiento de Altsasu denunciase el hostigamiento policial que padecen los vecinos de esta localidad de Sakana y colectivos populares organizasen Ospa Eguna, para reclamar la marcha de los cuerpos policiales.

Fernández de Mesa compartió la comida con los agentes en Altsasu para manifestarles que son «un orgullo para el cuerpo y una referencia en España entera», por lo que les animó a «seguir con su abnegada labor al servicio de España».

«La Guardia Civil en España, y por ello también en Navarra, asume voluntariamente un plus que significa un propósito personal que va mucho más allá y supera los derechos y obligaciones comunes, para servir a los alsasuarras, a los navarros y a todos los españoles», manifestó.

«No ofende quien quiere, sino quien puede y quienes montan algaradas callejeras con el dinero de todos no pueden ofender a esta centenaria institución», añadió.