Maite SOROA | msoroa@gara.net
En medio del rescate, lección de democracia
Como la mayoría de las firmas habituales de la prensa escrita estaba ayer enfrascada en el próximo rescate de la economía española -aunque según el director de «La Razón», Francisco Marhuenda, no es un rescate sino una ayuda, que hay que ver lo que les gusta a algunos hacer el ridículo-, servidora se dio una vuelta por los medios digitales, que es donde suelen acabar los columnistas de capa caída o quienes aún no han alcanzado el estrellato mediático cañí. Y claro, ahí estaba el inefable Pascual Tamburri, con su última pieza en «Elsemanaldigital», donde tocaba la guerra interna del PP. Y se centraba en las urgencias electorales del líder del PP vasco: «Yo entiendo, en vísperas de unas elecciones vascas en las que vuelve a presentarse legalmente ETA Batasuna o sus derivados, que Antonio Basagoiti esté nervioso, como lo está medio país. Si ETA consigue presentar todo este espectáculo, amén de la sedicente tregua, de la legalización de Batasuna y no digamos de la salida de Bolinaga cuando llegue, como síntomas de algo que siempre dijo: su victoria es posible en el actual marco institucional. Y eso hará, en pura lógica, que el voto que no sea muy independentista y a la vez no sea nada marxista se convierta en voto útil al PNV. Está claro que Basagoiti necesita una estrategia de cortafuegos o, como diría Arbeloa, necesita el cariño de esta gran familia». O sea, que están nerviosos por lo que puedan votar las vascas y los vascos de los tres territorios occidentales. Está bien que lo reconozcan. A continuación, el ultra navarro daba su receta para que los resultados no sean los que él y los de su cuerda temen: «si Batasuna siguiese ilegal y si todos sus presos siguiesen en la cárcel sin complejas jugadas de ajedrez, no habría tal voto del miedo». Un demócrata de tomo y lomo este Tamburri.
Y luego, tras alabar la experiencia de Jaime Mayor Oreja, apuntaba que «Si no le hacemos caso [al exministro], eso sí, la que será triste será la campaña electoral, y el cariño lo veremos cuando entre tres bloques (PNV, Bildu y PSOE) se juegue y negocie una coalición de gobierno que excluya al PP. Vamos a ver si, aunque sea con etarras en cárcel, esto se evita». Qué ganas tiene una de que llegue el 21O y alguno se lleve el susto de su vida. ¡Qué ganas!