EH Bildu apostó ayer por poner en marcha herramientas que se encarguen de «prevenir, controlar y detectar» casos de gestión ineficiente o poco transparente ante la «nefasta» gestión que, a su juicio, han llevado a cabo en los últimos años tanto el PSE, el PP y el PNV.

En una rueda de prensa en Bilbo, Maribi Ugarteburu, Oskar Matute, Unai Ziarreta y Rebeka Ubera recordaron que «el nefasto modelo de gestión que PNV, PSE y PP han puesto en marcha ha supuesto el endeudamiento de muchas instituciones y la quiebra económica más absoluta de otras tantas». A su entender, esta situación obedece al «despilfarro de ingentes cantidades de dinero, la gestión ineficaz y opaca, basada en la política del cemento. Pero también son responsables las políticas fiscales regresivas impulsadas y pactadas por estos partidos».

Los representantes de EH Bildu recordaron que en 2009, cuando comenzaban ya a atisbarse las consecuencias de la crisis financiera, PNV, PSE y PP aprobaron varias reformas fiscales para reducir la progresividad, bajando el impuesto de sociedades, cambiando tramos del IRPF y eliminando el impuesto de patrimonio.

Auditoría externa

En torno al debate sobre la necesidad de una auditoría externa de las cuentas del Gobierno de Patxi López, dijeron no dudar de que el PSE vaya a dejar las arcas autonómicas «en una situación grave», pero recordaron cómo dejó otras instituciones el PNV. Explicaron que cuando Markel Olano llegó a la Diputación de Gipuzkoa, esta tenía un superávit de 300 millones de euros y la dejó sin remanente alguno. También pusieron sobre la mesa los 900 millones de deuda de Bidegi (concesionaria de la autopista) y la quiebra de municipios como Agurain, Urduña, Beasain, Azkoitia, Lemoa, Getaria y Ondarroa, entre otros.

EH Bildu destacó que el PNV ha sido el gran valedor de proyectos como la Supersur y el BEC, «que en estos momentos suponen un enorme agujero económico, un agujero que tardaremos décadas en pagar tal y como torpemente reconoció en su día el diputado general de Bizkaia».

Intereses de la sociedad

Frente a este modelo, EH Bildu propone una gestión que priorice la atención a la ciudadanía y evite «la creación de una casta política que privilegia sus propios intereses». Pusieron como ejemplo la Diputación de Gipuzkoa, que esta misma semana ha dado cuenta de sus logros en la lucha contra el fraude fiscal gracias al endurecimiento de los controles.

EH Bildu propone «implantar el uso de herramientas para prevenir, controlar y detectar casos de gestión ineficiente o poco transparente», y «llevar a cabo una reforma fiscal que garantice que todos los ingresos serán tratados de forma progresiva». Incide también en incrementar la «coordinación entre instituciones» para «aumentar la eficacia en la gestión».

En opinión de la coalición, la cuestión «de fondo» es la elección de modelo. Se trata de optar por un modelo que «priorice los intereses de la sociedad y la dignidad de las personas», frente a quienes hasta ahora, desde sus cargos de gobierno, han venido defendiendo «exclusivamente los intereses de la banca privada y del capital».