La investigación sobre la matanza de tres miembros de una misma familia y una cuarta persona en Alta Saboya se va a centrar, entre otras pistas, en la hipótesis de una disputa familiar, según informó ayer el fiscal de Annecy, Eric Maillaud.

El fiscal indicó que los investigadores van a centrarse en «esta información que parece seria, que procede de la Policía británica». La pista de un litigio financiero y familiar en torno a una herencia entre el padre de familia muerto y un hermano había sido planteada inicialmente por la prensa británica. No obstante, Maillaud pidió prudencia y que no se saquen conclusiones prematuras sobre el caso.

Entretanto, el «Daily Mail» afirmó que Saad al-Hilli (el conductor) era conocido por los servicios secretos británicos desde hace 20 años y en 2003, durante la invasión de Irak, fue vigilado durante un tiempo. El hombre nació en Bagdad y su familia se trasladó a Gran Bretaña en los años 70. La prensa también reportó testimonios de vecinos de la familia que aseguraban haber prestado sus domicilios a los servicios secretos.

Pero tal vigilancia podría ser el resultado de un procedimiento automático, habitual en caso de conflicto, concerniente a toda la comunidad iraquí del país.

Por otro lado, los investigadores franceses volvieron a hablar la noche del jueves con Zeena, la niña que resultó indemne, pero esta no pudo dar «muchos más detalles, salvo esos gritos, ese miedo, esa voluntad de ocultarse», aseguró el fiscal. Según informaron, la pequeña no pudo ver nada, «solo oír».

En cuanto a su hermana, herida de gravedad, «volvió a ser operada y está bien», aunque continúa en un coma inducido.