Philippe Gilbert, ganador de la etapa, ya está pensando en el Mundial de Limburgo. «No sé si estoy mejor o peor que cuando gané en Barcelona, pero sí sé que estoy como quería estar a pocos días del Mundial. La Vuelta ha sido muy dura por los traslados tan largos que hemos tenido, pero al menos hoy -por ayer- ha llovido un poco y he podido disfrutar del día», dijo.

El corredor del BMC, de 30 años, celebró su segundo triunfo en la Vuelta y en la temporada, que no le resultó fácil sobre un terreno que tenía sus dificultades. «Estoy muy contento con esta victoria, que no ha sido fácil porque el final era muy técnico, con curvas y en subida. El grupo se rompió y eso me favoreció porque así se redujeron los riesgos de caída y se podía maniobrar mejor. Me dijeron que los últimos 650 metros eran de adoquinado, pero me han parecido 2 kilómetros. Vi que había peligro y les dije a mis compañeros que salieran a todo gas, así lo hicieron hasta el extremo que temí que me mataran».

Alejandro Valverde, segundo tras el belga, opinó que «el repecho era bueno para intentar luchar la victoria y ha sido una lástima que se nos haya adelantado Gilbert, pero él ha probado desde lejos, le ha salido bien y ha sido el más fuerte. He podido conseguir bonificaciones tanto en el sprint intermedio como en la meta y eso me tranquiliza».

Mientras, Alberto Contador espera ataques por parte de los dos hombres que le siguen en la clasificación. «Mañana -por hoy- será una etapa muy dura, supongo que Valverde y Purito me probarán. Lo que no sé es a que distancia, porque es la última posibilidad para ellos».

El líder vivió con calma la jornada de ayer en la víspera de la batalla en la Bola del Mundo, que decidirá la general final. El jefe de filas del Saxo Bank agregó: «Como la fuga era de dos corredores y el viento iba de cara se ha ido despacio y he pasado el día sin problemas. Los últimos 30 o 40 kilómetros, sin embargo, han sido muy rápidos y al final ha sido un no parar, había que estar atento a las caídas y los cortes», precisó.

Los segundos que perdió en la meta (17) no son relevantes para el madrileño. «No tienen importancia, aunque nunca se sabe y espero no arrepentirme de decir esto», dijo para concluir recordando que la etapa de hoy «tiene una pendiente impresionante, incluso para mí. Es más dura que el Cuitunigru».