Barcina inaugura el curso en una UPNA blindada por la Policía Foral
El acto de inauguración del curso en la UPNA se vio ensombrecido por las cargas de la Policía Foral para impedir que los estudiantes protestasen ante la presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, por los recortes en Educación. La líder de UPN entró al edificio El Sario por una puerta trasera para no tener que escuchar a los jóvenes y a los trabajadores concentrados en el acceso principal.
Martxelo DÍAZ |
Yolanda Barcina presidió ayer un acto de inauguración del curso de la UPNA blindado por la Policía Foral para evitar que los estudiantes llevasen a cabo protestas en contra de los recortes impuestos por el Gobierno de UPN en la Universidad.
Agentes de la Policía Foral cargaron contra alumnos que ha- bían logrado acceder al interior del edificio El Sario y querían mostrar su desacuerdo con los recortes, provocando contusionados.
Minutos antes, los policías desalojaron de las escaleras de acceso a El Sario a los estudiantes que protestaban junto a trabajadores de la UPNA convocados por los sindicatos LAB, CGT, UGT, CCOO y ELA. Hasta ese momento silbaron a los cargos públicos que acudían al acto oficial, así como a los mandos de la Policía española y de la Guardia Civil invitados.
Barcina, en cambio, no escuchó los gritos de los estudiantes porque, al igual que el año pasado, optó por acceder al edificio por la puerta trasera. Sin embargo, pese al despliegue policial, dos alumnos pudieron acercarse a la presidenta del Gobierno navarro para expresarle su malestar por la política educativa que lleva a cabo.
El celo policial llegó a destrozar un birrete que uno de los profesores portaba en una bolsa para ponérselo en el interior del edificio.
Previamente, representantes de Ikasle Abertzaleak, Asamblea Libertaria y Asamblea UPNA comparecieron ante los medios de comunicación para anunciar que los representantes estudiantiles no acudirían al acto de apertura del curso por considerarlo «un circo mediático».
«Con nuestra silla vacía queremos mostrar nuestro rechazo a un acto en el que se pretende lavar la imagen de aquellas personas responsables de la decadente situación de la UPNA», explicaron, además de destacar que Barcina no era bienvenida a la universidad.
«Sus recortes en Educación nos han llevado a un incremento de tasas universitarias y a empeorar la calidad docente debido a nuevas reestructuraciones. También se puede observar cómo se dispone de peores medios y oportunidades que son fundamentales para nuestro futuro», explicaron, al tiempo que censuraron que el Gobierno navarro despilfarre fondos públicos en el pabellón Navarra Arena, el circuito de Los Arcos, el TAV o el Canal de Navarra.
Los alumnos de Magisterio denunciaron los efectos directos de estos recortes. Denunciaron que, tras pagar la matrícula, recibieron un mensaje de correo electrónico en el que les comunicaban que suprimían el turno de mañana y que todas las clases serían por la tarde. El motivo es la falta de profesores de apoyo que ha provocado que los alumnos tengan que abandonar trabajos u otros compromisos. Los alumnos destacaron que cambiar los horarios tras abonar la matrícula es ilegal según los estatutos de la UPNA.
Los colectivos estudiantiles, el Consejo de Estudiantes, los grupos convocantes y Eraldatu mostraron su repulsa por la actuación de la Policía Foral, que calificaron de ilegal, y reclamaron responsabilidades al rector, Julio Lafuente. «Los hechos de hoy no pueden crear un precedente: pedimos que se respete la autonomía universitaria y nuestros derechos como alumnado sean una realidad».
El lehendakari del Gobierno de Lakua, Patxi López, apostó ayer por «preservar a la Educación de todo ataque externo y afán recortador» y defendió la labor de su Ejecutivo en materia universitaria al garantizar la financiación y resistir a las «tentaciones cortoplacistas» de ajustes en este ámbito.
López presidió ayer la inauguración del curso académico de la UPV, un acto celebrado en la Escuela de Ingeniería de Gasteiz en el que intervinieron el rector, Iñaki Goirizelaia; la consejera de Educación, Isabel Celáa; y la doctora Itziar Laka.
«En Euskadi hemos tomado la dirección contraria a la práctica totalidad del resto de las comunidades autónomas», añadió López, destacando que no han aplicado recortes en materias como Educación, Sanidad o Servicios Sociales.
Goirizelaia, por su parte, también hizo referencia a la crisis y advirtió de que la universidad necesita «cuidados constantes» porque dejar que se debilite desencadenaría «efectos incalculables» en la sociedad.
En este sentido, consideró erróneo que «se aplique a todas las universidades, de forma indiscriminada, una política restrictiva porque pueden salir perjudicadas las que han realizado una gestión económica y financiera rigurosa y responsable» y recordó que la UPV no tiene déficit económico y que sus cuentas están saneadas.
Celáa aseguró que la inversión en Ciencia e Investigación no es un lujo del que se pueda prescindir para atender necesidades más inmediatas y advirtió de que las sociedades que caigan en esa tentación lastrarán su futuro.
8.850 alumnos de nuevo ingreso se matricularon en la UPV, lo que supone una ocupación del 97,59% de las plazas. GARA
«Las protestas de estudiantes son normales en toda la vida de los estudiantes y hay que aceptarlas como tal, lo que no se puede permitir es que carguen contra los estudiantes», señaló la vicerrectora de Estudiantes de la UPNA, Paloma Vírseda en declaraciones a los periodistas.
Vírseda se interpuso entre los forales y los estudiantes para evitar nuevas cargas y defendió a los alumnos «porque están pasando momentos difíciles y merecen nuestro respaldo».
Bildu calificó de inaceptable la carga en la UPNA y mostró su apoyo a las movilizaciones estudiantiles. I-E también rechazó la carga. GARA