Raimundo Fitero
Cornadas
Fue en la tele donde los toros se convirtieron en un instrumento, en una escuela, en un entretenimiento que se autoproclamaba único, diferente y formador del espíritu nacional franquista. Y es en la tele donde, llegada la transición y las televisiones privadas, fue adquiriendo categoría de fenómeno estético, a base de introducir en las retransmisiones conceptos de la modernidad audiovisual, como es la cámara súper lenta, los planos my cortos, los puntos de vista subjetivos y un largo etcétera que los encumbró, que sirvió para crear una nueva edad de oro del negocio de matarifes vestidos con anacrónicos trajes ajustados de bailarín.
A su vez, en la sociedad ha ido creciendo un sentimiento franciscano, y se debe proteger a los a animales como seres vivos, y la muerte pública a base de instrumentos de tortura y estocada final de un toro es un acto salvaje, muy ancestral, pero que convertido en espectáculo es repudiable. Es por eso que se hacen campañas para abolirlos, es por eso que en TVE se decidió con buen criterio suprimir su exhibición impúdica. Los que están en contra de esta ceremonia cruel tiene muchísimas argumentaciones que conforman un pensamiento acorde con los tiempos. La vuelta a TVE, en directo, es una decisión política, una cornada muy reaccionaria. Y lo llaman cultura para despistar. Por cierto fue en EH donde la corrida retransmitida hace unos días obtuvo unos porcentajes de audiencia muy buenos. Un dato. El negocio de los toros va mal económicamente. Otro dato.