Un nuevo naufragio deja un muerto y decenas de desaparecidos en Italia
Un barco cargado de emigrantes tunecinos naufragó la madrugada de ayer frente a la isla italiana de Lampedusa, causando al menos un muerto y decenas de desaparecidos. La Guardia Costera italiana consiguió rescatar a 56 supervivientes, aunque todo apunta a que a bordo de la embarcación había más de cien personas. La Fiscalía italiana ha abierto una investigación por «homicidio e incitación a la inmigración ilegal».
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La Guardia Costera italiana rescató ayer a 56 inmigrantes tunecinos tras un naufragio frente a las costas de las isla de Lampedusa, y busca, con el apoyo de la OTAN y otras fuerzas de seguridad, a otro centenar de personas que, según los supervivientes, también viajaban en la embarcación. Al menos, un hombre murió en este accidente.
«Cincuenta y seis inmigrantes, al parecer tunecinos, fueron rescatados. Todos están sanos y salvos», notificó el comandante Filippo Marini, portavoz de la Guardia Costera italiana.
Una de las personas que iba a bordo de la barcaza que naufragó lanzó la alarma con una llamada a la Capitanía de puerto de la isla, activando los servicios de rescate, según informaron los medios italianos.
Los supervivientes señalaron que en la embarcación viajaban un centenar de personas e incluso algunos de ellos apuntaron a que podrían ser 150.
La embarcación continuaba ayer desaparecida y las autoridades barajaban varias hipótesis sobre lo sucedido, entre ellas el naufragio o el abandono de los pasajeros cerca de la pequeña isla de Lampione, perteneciente al archipiélago de las islas Pelagias, del que también forma parte Lampedusa.
El barco de pesca tenía cuatro metros de largo y se hundió a unas 12 millas naúticas (alrededor de 22 kilómetros) de la isla Lampedusa. Una docena de inmigrantes fueron avistados en la pequeña ínsula de Lampione, a donde podrían haber llegado nadando.
En las operaciones de rescate trabajan varias lanchas de la Guardia de Finanzas (policía fiscal y de fronteras), varios medios aéreos y tres unidades militares de la OTAN.
«Mientras haya esperanza»
«Continuarán trabajando mientras haya esperanza de encontrar supervivientes», aseguró el comandante Marini.
Centros privados de buceo de esta zona, muy turística, también fueron invitados a participar en las tareas de rescate.
La Fiscalía de Agrigento ha abierto una investigación por los posibles delitos de «homicidio e incitación a la inmigración ilegal» y tratará de determinar si los traficantes responsables de la operación se encuentran entre los supervivientes.
Según Laura Boldrini, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Italia, «la idea del barquero está ya obsoleta». «Hoy en día son los propios inmigrantes quienes conducen el barco relevándose en esa tarea. A menudo se trata de personas que no tienen ningún conocimiento de navegación, explicó Boldrini.
El año pasado decenas de miles de refugiados y emigrantes llegaron a Lampedusa durante las revueltas de la llamada «Primavera Árabe» del norte de África. Lampedusa, al sur de Sicilia, está a tan solo 130 kilómetros al este de Túnez, lo que la convierte en el punto más próximo a la costa africana.
La Guardia Costera turca detuvo ayer a 103 inmigrantes que intentaban cruzar hacia Grecia, solo un día después de que 61 personas muriesen ahogadas en el mar Egeo cuando trataban de llegar a Europa.
Tragedias como la ocurrida ayer frente a las costas de Lampedusa se repiten con demasiada frecuencia en las aguas del mar Mediterráneo, que se ha tragado las esperanzas de miles de emigrantes, sobre todo africanos, que cada día se juegan la vida por llegar a Europa en busca de una vida mejor. Esta vez han sido dos naufragios en dos días. El jueves, 61 emigrantes, la mayoría kurdos que huían de Siria e Irak, murieron en el mar Egeo, la zona del Mediterráneo comprendida entre Turquía y Grecia, cuando el pesquero en el que zarparon de la costa occidental turca naufragó. GARA