CONVENCIÓN NACIONAL DEMÓCRATA
Obama asegura que el «cambio» todavía es posible si es reelegido
Barack Obama reconoció al aceptar su nominación como candidato demócrata a la Casa Blanca que la consigna de esperanza en base a la que fue elegido hace cuatro años ha sido «puesta a prueba», pero aseguró a los estadounidenses que el cambio, «que son ustedes y no yo», aún es posible si logra un segundo mandato. «No hay forma de volver atrás», insistió durante su intervención, mientras sus seguidores le decían «adelante».
GARA | CHARLOTTE
Después de ser nominado candidato del Partido Demócrata a la reelección, el presidente de EEUU, Barack Obama, volvió ayer a retomar su campaña impulsado por un discurso aclamado la víspera por el público en Charlotte, pero considerado solo «suficiente» por los analistas, en contraste con su intervención de 2008, más poderosa, fresca e impresionante, con la que nada tuvo que ver.
Un Obama más serio que hace cuatro años fue ovacionado por los asistentes a la Convención Demócrata, donde faltó el entusiasmo casi mesiánico de 2008 y desde cuyo escenario pidió a los estadounidenses que le permitan estar cuatro años más en la Casa Blanca porque «el cambio aún es posible».
Ante unas 20.000 personas, entre las que se encontraban sus hijas Sasha y Malia acompañadas de su madre, Michelle, el presidente hizo todo lo posible por convencer a sus conciudadanos de que sabrá llevarlos hacia «un futuro mejor», si le dan tiempo.
Con un discurso más realista que esperanzador, Obama ofreció a los electores «un camino que no es rápido ni fácil» que llevará al país a un «lugar mejor», convencido de que los problemas del país «se pueden resolver». Pero recalcó que «lleva- rá más que unos pocos años solucionar los problemas que se han generado durante décadas». Por eso, pidió a los votantes más tiempo para terminar «la misión» iniciada en 2008, como había señalado previamente su vicepresidente, Joe Biden, con quien repite candidatura para la reelección.
«Si os echáis atrás ahora, si caéis en el cinismo de que el cambio por el que luchamos no es posible, el cambio no tendrá lugar», remarcó. «Solo vosotros podéis hacer que no ocurra. Solo vosotros tenéis el poder de hacernos avanzar», añadió.
Con la economía como principal preocupación de los votantes, se postuló como el salvador de la clase media y del «sueño americano» y defensor de la esperanza -palabra que mencionó una docena de veces durante su intervención-, instó a rescatar «la promesa de que el trabajo duro rendirá frutos; de que la responsabilidad será recompensada; de que todos tienen una oportunidad y cumplen con lo que tienen que aportar, y de que todos juegan con las mismas reglas».
El actual mandatario argumentó que durante su mandato se ha rescatado y puesto en la buena dirección a la economía estadounidense, avances que, a su juicio, se verían amenazados por el retorno al poder del Partido Republicano. En este sentido, presentó los comicios como una elección «entre visiones totalmente diferentes» respecto a aspectos fundamentales que impactarán sobre las próximas generaciones.
Tras enumerar una serie de objetivos para el país en materia de economía, energía, educación, seguridad nacional y déficit, Obama advirtió de que el Gobierno por sí mismo no puede, ni debería, resolver todos los problemas.
«Ustedes eran el cambio»
Volvió a hacer hincapié en el tema del cambio, que tanto éxito tuvo en 2008. «No se trata de qué puede hacer EEUU por nosotros. Se trata de qué podemos hacer nosotros, juntos, a través del duro y frustrante pero necesario trabajo de autogobierno. La elección de hace cuatro años no se trataba de mí, se trataba de ustedes. Conciudadanos: ustedes eran el cambio», señaló.
Con estas palabras el presidente pretendía, según informó David Brooks en el diario mexicano «La Jornada», romper la imagen de que solo ofrece «más de lo mismo» en medio de una recuperación económica anémica, mientras los republicanos representan el «cambio», precisamente al revés que hace cuatro años. Por eso, durante la clausura de la Convención Demócrata intentó proyectarse como alguien que lidera un esfuerzo para proceder, continuar, con ese cambio económico sólido, fundamental y para el largo plazo que prometió.
Desde el mismo escenario criticó las posturas de su rival republicano, Mitt Romney, especialmente en política exterior, materia en la que dijo que es un «novato». «No llamas a Rusia nuestro enemigo número uno, en vez de a Al-Qaeda, a menos que sigas atrapado en la era de la Guerra Fría», señaló Obama, quien ironizó también al indicar que «puede que no estés preparado para hacer una visita diplomática a Beijing si no puedes visitar unos Juegos Olímpicos sin insultar a nuestro mayor aliado», en alusión a sus declaraciones en Londres, cuando cuestionó si la ciudad estaba preparada para ser sede de ese evento.
Así, la tarea principal del candidato a la reelección fue tratar de reactivar un poco del entusiasmo y la ilusión que despertó en 2008. Su retórica, tal vez su mejor talento político, logró de nuevo entusiasmar a sus seguidores, aunque se desconoce, por el momento, su impacto en el electorado.
Todos los oradores que pasaron por el escenario antes que Obama, ya fueran figuras de su partido o artistas de primer nivel, expresaron de distintas formas la consigna de la campaña: «Vamos hacia delante».
No se sabe si todo este esfuerzo servirá para superar algunas de las vulnerabilidades electorales de Obama, sobre todo la pérdida del apoyo activo, como indican las encuestas, entre mujeres, jóvenes, latinos y sindicalistas, las bases electorales que llevaron al candidato demócrata a la Casa Blanca hace cuatro años.
El discurso de Obama batió el récord histórico de «tuits» por minuto durante un evento político en la red social Twitter con 52.756 micromensajes por minuto. La cifra superó incluso a la de Michelle Obama, quien casi consiguió duplicar en número de mensajes al candidato republicano, Mitt Romney.
Obama no aludió a la reforma migratoria que prometió en 2008 y que todavía no ha realizado, aunque el protagonismo dado a los hispanos en la convención es una señal de la necesidad de los demócratas de atraer a más latinos a las urnas.
La actrices Scarlett Johanson, Kerry Washington y Eva Longoria encabezaron el jueves en Charlotte un elenco de artistas que, esta vez, no subieron al escenario para interpretar un papel, sino para pedir el voto para el presidente Barack Obama.
«La elección no será solo entre dos candidatos o dos partidos, sino entre dos caminos diferentes para EEUU»
«La esperanza ha sido puesta a prueba por el coste de la guerra, una de las peores crisis económicas y el bloqueo político que nos hizo preguntarnos si siempre podremos estar a la altura de los problemas»
«El camino que proponemos posiblemente es más difícil, pero nos lleva hacia un mundo mejor»
«Mi plan es continuar reduciendo la contaminación de carbono que calienta nuestro planeta, porque el cambio climático no es un mito»
El anuncio ayer de las decepcionantes cifras sobre el empleo en EEUU puede suponer un freno a la campaña de Barack Obama, tras la Convención Demócrata en la que trató de convencer a la ciudadanía de que el cambio es posible. El índice de desempleo bajó dos décimas y se situó en agosto en el 8,1%, su nivel de abril, pero las contrataciones registraron un fuerte descenso, según dio a conocer el Gobierno. La economía estadounidense creó el mes pasado 96.000 empleos netos, un 32% menos que el mes precedente, informó el Departamento de Trabajo, a lo que se suma una revisión a la baja de su estimación de la creación de puestos de trabajo en los últimos dos meses.
Los analistas esperaban una desaceleración menos marcada en las contrataciones, con la creación de 130.000 nuevos puestos, y esperaban que el índice de desempleo se mantuviera estable con respecto a julio, en el 8,3%. Este hecho se atribuye a una disminución de la población activa, indicó Trabajo en su comunicado. «La cantidad de personas sin empleo no varió mucho, bajó en 12,5 millones», así como el paro de larga duración, que afecta al 40% de los desempleados.
La creación neta de puestos de trabajo en agosto fue demasiado escasa para absorber a los recién llegados al mercado laboral y, por lo tanto, hacer que disminuya más el desempleo. La disminución del índice de desempleo, con un débil incremento de los puestos de trabajo, indica que unas 368.000 personas abandonaron la búsqueda de empleo y, por lo tanto, desaparecieron de la fuerza laboral.
Según el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Ben Bernanke, se necesitan entre 100.000 y 110.000 nuevos empleos mensuales para mantener estable la tasa de paro y evitar que su remonte.
Los datos siguen siendo decepcionantes para la clase media, y ambiguos para Obama, quien busca la reelección cuatro años después de que el país estuviera al borde del colapso financiero en la recesión más profunda en casi ocho décadas.
«Las promesas y las políticas del presidente Barack Obama no han funcionado», aseguró Mitt Romney. El candidato republicano ha prometido crear 12 millones de empleos si es elegido. GARA
La campaña de Mitt Romney, el rival republicano de Obama, criticó el discurso de aceptación de la nominación demócrata del presidente por ofrecer «más de las mismas políticas que no han funcionado en los últimos cuatro años», según una nota.