Aniceto Goñi, Susana Echegoyen, Mikel Donlo, Jabiertxo Andiarena |En nombre de la Federación de Peñas de Pamplona-Iruñea
La Federación de Peñas, tras la aprobación de la moción a favor de crear una Comisión de Fiestas
Es hora de pasar página, de cambiar un modelo festivo a todas luces fracasado, comenzando por renovar la fórmula organizativa que diseñe y organice el futuro modelo festivo y cultural de la ciudad
La Federación de Peñas de Pamplona se congratula por la aprobación en el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona de una moción favorable a la «creación de una Comisión Especial de Fiestas con el objetivo de `trabajar de manera seria y eficaz en la organización de las mejores fiestas de San Fermín y de otros eventos importantes para la ciudad'». Desde hace años hemos denunciado el fracaso de un modelo festivo que ha herido de muerte nuestra idiosincrasia festiva, incluidas las fiestas de San Fermín. Hoy, este diagnostico es compartido por la práctica mayoría de los agentes festivos y ciudadanos y ciudadanas de Pamplona, quienes, cada uno desde su óptica particular, reclaman al consistorio soluciones a los problemas que ese modelo festivo ha generado.
El actual modelo festivo se ha parapetado durante años detrás de una inoperante Mesa de los Sanfermines -Mesa en la que aun hoy y a pesar de todo seguimos participando como Federación de Peñas-, mesa incapaz de aportar soluciones, blindada a cualquier tipo de idea o propuesta y que ha cerrado sus puertas a un gran numero de agentes festivos de la ciudad.
La naturaleza y fin de esta mesa se ha mostrado en toda su cruda desnudez los meses previos a los Sanfermines de este año, cuando el Gobierno municipal ha llegado a manipular y ocultar lo dicho y oído en las reuniones de la mesa para adecuar los comunicados de prensa a sus intereses, utilizando a los participantes en dicha mesa como coartada para justificar decisiones tomadas por el Gobierno municipal, una actitud que ha conducido la mesa a un estado terminal e inevitablemente ha reavivado en nuestras Peñas el debate sobre la continuidad o no de nuestra participación en ese foro.
La recuperación del Riau Riau será, entre otros, uno de los asuntos que esa comisión de fiestas deberá encarar analizando el sentido y ser de este acto y las posibles formas y tempos de su recuperación, si es que esta debe intentarse. En este sentido, la utilización de los incidentes acaecidos en el Riau Riau de este año como arma arrojadiza contra terceros, entre los cuales nos encontramos, y expandir cortinas de humo fabricando fantásticas conspiraciones donde no hay sino una incontrolada y heterodoxa masa de gente protagonizando diferentes enfrentamientos en un acto «festivo» (por llamarlo de alguna manera) no pretende sino ocultar la responsabilidad política de programar un acto que nunca debió ser programado porque simplemente no se daban las condiciones para ello. A este respecto, debemos recordad que algunos -incluida la propia comisión de personal de la Policía municipal- ya manifestamos nuestras dudas en su momento, reflexiones que irresponsablemente fueron desoídas.
La imprudente decisión de programar la Marcha a Vísperas fue suya Sr. Maya, y solo suya es la responsabilidad política de lo sucedido.
Por ello, la exigencia de que expulsemos de nuestras sociedades a algunas de las personas presuntamente implicadas en los altercados del Riau Riau, es un brindis al sol sin ninguna base social ni jurídica, con un único objetivo: señalarnos como cómplices de lo ocurrido en el Riau Riau, algo que ya se intento antes de Sanfermines exigiéndonos un posicionamiento que no se exigió a nadie más e incluso proponiéndonos que nos encargásemos de la seguridad de la corporación. Las decenas y decenas de personas que protagonizaron los incidentes seguro que son socias también de otras entidades: por ejemplo del club Osasuna, el club San Antonio, el club Natación, el torneo Boscos, la biblioteca del barrio o la Federación Navarra de Lucha Libre, entidades todas ellas, al igual que nuestras Peñas, sin ningún tipo de responsabilidad y autoridad sobre lo que hacen sus socios y socias fuera de los ámbitos de actividad de cada sociedad, y a las que, en buena lógica, no se les pide que expulsen a sus socios.
Es hora de pasar página, de cambiar un modelo festivo a todas luces fracasado, comenzando por renovar la fórmula organizativa que diseñe y organice el futuro modelo festivo y cultural de la ciudad. La creación de esa comisión de fiestas abierta y participativa, una comisión cuyas ideas, propuestas e iniciativas sean tenidas en cuenta por el consistorio debe ser una prioridad para todas aquellas instituciones, colectivos y asociaciones que de una manera u otra participamos en nuestras fiestas. Es nuestra obligación, la de todos y todas, trabajar conjuntamente en ello, nuestras fiestas lo merecen, nuestra ciudad lo merece.