Gloria REKARTE | Expresa
Carromero
De Carromero, vicesecretario de Nuevas Generaciones del PP, dicen que tiene profundas convicciones cristianas y es un amante de la libertad. Una tarjeta de visita que me da como escalofríos, porque tales convicciones llevan siglos quemando en la hoguera, descoyuntado en el potro y fusilando en las cunetas. El caso es que partió Carromero, con unos cuantos miles de euros en el bolsillo y cero puntos en el carnet de conducir rumbo a Cuba, a poner tal equipaje al servicio de sus amores y convicciones. Y fue a dar con sus huesos en el talego cuando estrelló el coche que conducía y murieron en el accidente dos conocidos opositores cubanos para los que la familia y el facherio español, intentando endilgar el siniestro a los servicios secretos cubanos, buscan un final más heroico que el que les ha deparado un descerebrado al volante. A Carromero le juzgan en breve. Y tras el juicio y la sentencia, tres posibilidades: expulsión, indulto, o cumplimiento en España. Y esta última es precisamente la posibilidad que más preocupa al ministro de Asuntos Exteriores, porque «cualquier beneficio penitenciario tendría que ser consultado y decidido por las autoridades cubanas». Uy, pues sí, qué mal rollo. Capaces estos cubanos aguafiestas de echarles para atrás los beneficios en los que -antes de saber si los merecerá o no- están ya pensando. De todas formas, y salvo que las autoridades cubanas hayan sido instruidas por las españolas en materia de venganza y crueldad penitenciarias, y salvo que las autoridades españolas decidan respetar derechos como corresponde, y aplicar beneficios, también como corresponde... yo no me preocuparía demasiado, señor ministro. En caso contrario, Carromero está jodido.