15.000 trabajadores de la mina de oro sudafricana KDC, explotada por el grupo Gold Fields en los suburbios de Johannesburgo, se declararon ayer en huelga, bloqueando la producción, mientras el conflicto se mantiene en Marikana, escenario de una masacre en agosto.

Esta huelga, la segunda en menos de diez días, ha paralizado la actividad en el sector oeste de la mina, que tiene 27.000 trabajadores, cuatro días después de que se pusiera fin a una huelga salvaje de cinco días con la que se cuestionaba a la dirección de NUM, sindicato mayoritario en la Minería con una representación del 83% en Gold Fields, en medio de una negociación sobre el monto de las cotizaciones de un seguro por exequias.

«Las razones de esta huelga ilegal no están claras», precisó la compañía.